Suma y sigue. El funcionario de la Diputación de Alicante que ha trabajado solo 18 meses en 15 años encadenando vacaciones y bajas vuelve a estar sin trabajar después de presentar de nuevo la baja laboral por enfermedad.

El auxiliar de enfermería del centro psiquiátrico Doctor Esquerdo se encontraba desde hacía seis meses de alta laboral, cumpliendo el periodo mínimo que exige la ley que transcurra entre baja y baja. Eso en teoría, porque según han explicado algunos de sus compañeros, a este trabajador se le permitía presentarse sólo media hora a la semana en la Unidad de Salud Laboral de la Diputación y después marcharse a su casa.

El pasado lunes se cumplían los seis meses desde su ''virtual'' incorporación a su puesto de trabajo y ayer mismo llegó a la Diputación el nuevo parte de baja, según han confirmado tanto fuentes de la institución provincial como del propio centro Doctor Esquerdo. ''Esto es el cuento de nunca acabar'', lamentaba ayer un responsable de la Diputación tras conocer la noticia.

Sin embargo, ni a sus compañeros ni a sus responsables les ha extrañado que este trabajador haya vuelto a alegar un motivo de salud para no acudir al tajo, primero porque es una dinámica que se repite desde hace quince años y ahora con más motivo tras la presión mediática a la que se ha visto sometido el empleado público, que ha aparecido en medios de comunicación de todo el país, después de que Diario Información destapara su caso el pasado 16 de enero.

El funcionario, al que sindicalistas de la institución han llegado a calificar como un ''absentista patológico'', acumula nada menos que 4.453 días de baja laboral entre los años 2001 y 2016, según los cálculos que dio a conocer la pasada semana el diputado de Personal, Alejandro Morant, y a los que faltaría añadir los meses que el trabajador ha permanecido sin trabajar en 2017. Doce años y dos meses sin acudir a su puesto de trabajo, pero cobrando el sueldo íntegro -1.500 euros- de la Diputación.

Responsables de la Diputación señalaron ayer que se encuentran en estos momentos a la espera de que el trabajador vuelva a solicitar una incapacidad al Instituto Nacional de la Seguridad Social, algo que ya estaría tramitando. El objetivo de la institución provincial pasa por personarse junto al trabajador y aportar sus propios informes con el objetivo de que se le reconozca su incapacidad para desarrollar su trabajo y así cobrar una pensión de por vida.

Lo más llamativo de este caso es que, con la ley en la mano, este trabajador no ha cometido ninguna ilegalidad, según han reconocido los sindicatos de la Diputación y el propio Alejandro Morant. De hecho, la institución provincial ha intentado abrirle expedientes, pero ha llegado a perder un juicio contra él. También han intentado, sin éxito, ir contra el médico que le ha firmado buena parte de las bajas laborales.