El Movemento Galego da Saúde Mental denunció ayer que hace unos días una paciente de la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica del Hospital Gil Casares -que pertenece al Complexo Hospitalario Universitario de Santiago- se quitó la vida en el propio centro, una muerte que se produce justo un año después de que otro paciente de Psiquiatría se suicidase en otro hospital de Compostela, en el Médico Quirúrgico de Conxo. La plataforma critica que doce meses después no se hayan tomado medidas para prevenir este tipo de situaciones entre los pacientes hospitalizados en esas unidades.

"Trágicamente la hospitalización realizada para prevenir el suicidio fue el marco en el que este ocurrió", señalan desde el Movemento en referencia al último suicidio registrado. Por ello, al ocurrir dentro del ámbito sanitario, consideran que el hecho debe considerarse un "incidente crítico" y como tal deben investigarse las causas así como tomar medidas para adoptar y evitar nuevos casos en el futuro.

Los expertos del Movemento Galego da Saúde Mental reconocen que el suicidio de los ingresados en las Unidades de Hospitalización Psiquiátrica es una de las problemáticas principales de estas áreas y por ello consideran que "su prevención y la modificación de los factores que sustentan este riesgo son unas de las actuaciones más importantes en esos espacios asistenciales".

Para este grupo de expertos, la clave está en diseñar un protocolo que defina y oriente las actuaciones preventivas para que hechos como el ocurrido hace unos días en el Gil Casares no vuelvan a repetirse. Desde el Movemento denuncian que ya ante el suicidio del pasado año en Conxo se exigió poner en marcha este protocolo y que todavía no se han tomado medidas en este sentido. Por ello califican de "negligente" la gestión de atención sanitaria prestada por el Sergas que enmarcan, sostienen desde el Movemento de Saúde Mental, dentro del "deficiente funcionamiento de los servicios públicos" del que alertó recientemente el Defensor del Pueblo.