Los eurodiputados reclamaron esta semana una "evaluación" detallada del sistema de cambio de hora que podría conllevar el abandono por parte de los países europeos de la obligación de retrasar o adelantar sus relojes cada seis meses. Por 384 votos a favor y 153 en contra, la Eurocámara reunida en Estrasburgo pidió a la CE iniciar una "evaluación completa" del sistema actual y "presentar una propuesta para revisarla".

Los eurodiputados señalaron los efectos negativos del sistema actual que impone adelantar el reloj una hora el último fin de semana de marzo para retrasarlo de nuevo 60 minutos en la madrugada del último domingo de octubre. "Numerosos estudios, aunque no llegan a conclusiones definitivas, indican la existencia de efectos negativos en la salud de las personas por estos cambios de hora", indican los eurodiputados en su propuesta.

Los defensores del horario de verano, adoptado a principios del siglo XX, dicen que este sistema ayuda a ahorrar energía y aumenta la productividad. En 2001, la UE fijó para el conjunto del bloque una fecha y una hora comunes para el inicio y el final de este período. Varios países del norte de Europa -Polonia, Suecia, Finlandia y Lituania- reclaman abandonar este sistema. Para la eurodiputada ecologista Karima Delli, por ejemplo, el supuesto ahorro de energía "no es concluyente".

Por su parte, la gallega Lidia Senra ha apoyado la resolución al asegurar que existen estudios que alertan de los "impactos negativos" del cambio de hora "en la salud, de forma significativa en la calidad del sueño, así como en la agricultura o la seguridad viaria". Sin embargo, dice que no hay estudios con los "efectos positivos".