Médicos Sin Fronteras (MSF) reconoce que detectó 24 casos de acoso o abuso sexual en el seno de la organización y, de ellos, 19 concluyeron con el despido de las personas señaladas como responsables durante 2017, según desveló ayer la ONG en plena polémica por el escándalo de Oxfam. En lo que corresponde a MSF España detectó seis casos de abuso sexual entre trabajadores que derivaron en cuatro despidos y dos sanciones, según explicó el presidente de la organización, David Noguera, que pidió que no se confunda la situación que se vive en esta ONG con los escándalos relativos a prostitución y abuso de menores.

MSF, que cuenta con 40.000 trabajadores, indica que registró el año pasado un total de 146 "quejas formales y avisos" en todo el mundo. "Estos casos incluyeron abusos de poder, discriminación, hostigamiento y otras formas de comportamiento inadecuado", apuntan. En otros casos que no implicaron despidos, "los empleados fueron sancionados con medidas disciplinarias o suspensiones", según precisó en un comunicado MSF.

En medio del escándalo de las acusaciones de violaciones y uso de servicios de prostitutas por miembros de la oenegé Oxfam -que afecta a todo el sector humanitario- MSF también dio un paso adelante. La ONG internacional, creada en Francia pero con presencia permanente en el mundo, indicó: "Aunque las quejas de abusos aumentan con regularidad, MSF es consciente de que los abusos que han ocurrido en su seno están subvaluados".

En la misma línea, la ONG International Rescue Committee (IRC) reconoció haber tenido que hacer frente a tres casos de abuso sexual en la República Democrática del Congo, asegurando que informó a la policía y despidió a los implicados.

Pero volviendo a Oxfam y objeto de varias acusaciones, el belga Roland van Hauwermeiren, exdirector en Chad y Haití de Oxfam antes de renunciar, fue demandado en 2004 por abuso sexual, cuando estaba destacado en Liberia por la ONG británica Merlin. Después de Oxfam, trabajó en la ONG francesa Accion contra el hambre en Bangladesh, que deplora no haber sido informada.

Tras las revelaciones sobre el uso de servicios de prostitutas y potenciales abusos sexuales en Chad y Haití, Helen Evans, directora de prevención interna en Oxfam entre 2012 y 2015, denunció el martes la existencia de una "cultura de abusos sexuales en algunas oficinas" y se refirió a violaciones o tentativas de violación en Sudán del Sur, o de agresiones a menores voluntarios en tiendas de la ONG en Reino Unido.

Y la ONG también está afectada en otro frente: la detención el martes en Guatemala del presidente de Oxfam International, el exministro de Finanzas Juan Alberto Knight, en el marco de un escándalo de corrupción no relacionado con estos casos sexuales. Los efectos no han tardado en sentirse para Oxfam. El lunes renunció su subdirectora general adjunta, Penny Lawrence. El martes por la noche, la actriz y cantante británica Minnie Driver, nominada a los Óscar, anunció su renuncia a su papel de embajadora de Oxfam.

Un total de 1.270 personas se han dado de baja como socios de Oxfam Intermón, tras el escándalo de Oxfam Reino Unido en Haití. La filial española de Oxfam cuenta con 236.000 socios que aportan una cantidad regularmente y donantes puntuales.

Además, el presidente de Haití, Jovenel Moïse denunció una "violación muy grave de la dignidad humana". Además, tras todas las acusaciones sobre la entidad de los últimos días, la secretaria de Estado de desarrollo internacional británica, Penny Mordaunt, escribió a todas las ONG para pedirles reforzar sus procedimientos de control. "Queremos un cambio de procedimiento (...), que el personal rinda cuenta de sus acciones", declaró Mordaunt en un coloquio internacional que tuvo lugar en la ciudad de Estocolmo.