Al tiempo que condena los hechos "delictivos" de quienes define como "alimañas" humanas y "energúmenos" que perjudican a todo el conjunto de una institución, el histórico voluntario de base en ONG gallegas y economista Xosé Cuns, habla a título personal, sobre el "palo" que supone para el movimiento solidario una noticia como la de Oxfam en Haití. "No llegan perdones, ni dimisiones, deberían de exigir que se investigue hasta el fondo, que actúe la vía judicial y, si son delitos, se impongan penas", indica.

Dicho eso, Cuns explica que "los que militamos en ONG de cooperación -en su caso desde los 20 años- sabemos que tras este mazazo, seguiremos; es un daño injusto que afecta a una entidad de Gran Bretaña, pero también perjudica a un referente mundial pionero en afrontar la pobreza como es Intermón-Oxfam en España, que junto a Amnistía Internacional y Cáritas fueron al meollo del conflicto, donde se origina la desigualdad", enfatiza. También destaca a los voluntarios de esta ONG en Galicia "que son especialmente numerosos e involucrados".

"En cuanto pase este huracán, se impondrá el prestigio del buen trabajo, pero en estas semanas está siendo un palo para la confianza en muchas organizaciones", asegura esperanzado, sin hablar de las bajas. Se refiere a que 100.000 personas morían de hambre al día hace 50 años, cuando comenzó Oxfam a trabajar. Ahora son menos de la mitad.

Además, Cuns también critica la moral de los que buscan excusas para "no hacer nada". "Siempre hubo quien dice [del trabajo de las ONG] que no sirve para nada, que no se sabe dónde va a parar el dinero... y este será un nuevo pretexto", señala.