Científicos del Centro Singular de Investigación en Química Biolóxica e Materiais Moleculares (Ciqus), con sede en Santiago, han participado en la creación del dispositivo magnético conectado más diminuto, compuesto por una única molécula. La revista Science Advances publica hoy este avance, fruto de la colaboración entre físicos del CIC nanoGUNE, Donostia International Physics Center, Centro de Física de Materiales y químicos sintéticos del Ciqus.

El nuevo trabajo ha permitido conectar por primera vez un dispositivo molecular formado por una única molécula mediante el uso de cables de grafeno. "La idea es fascinante: almacenar y leer información en una sola molécula", explica Nacho Pascual, profesor y líder del grupo de Nanoimagen de nanoGUNE. "Hace mucho que sabemos cómo sintetizar las moléculas, pero hasta ahora nunca habíamos podido conectarlas a un circuito", subraya.

Para lograrlo, los científicos crearon tiras de grafeno con el propósito de utilizarlas como cables eléctricos, desarrollando también un método a medida que permitiera establecer contacto con la molécula de forma precisa y en lugares predefinidos. En lo que respecta al proceso de creación de la molécula, los investigadores han empleado en esta ocasión un método químico basado en reacciones guiadas sobre una superficie metálica.

"La creación del dispositivo molecular en sí es simple", explica el líder del equipo del Ciqus, Diego Peña. "Diseñamos y sintetizamos los componentes moleculares por separado, dotándolos de extremos de tipo adhesivo en los puntos donde estaba previsto realizar las conexiones; a partir de ahí, la naturaleza hace el resto del trabajo por nosotros", apunta.

Para ilustrar el proceso, los científicos han recurrido a la metáfora de un "Lego molecular". En palabras de Pascual se consigue "usar las leyes de la naturaleza para ensamblar moléculas en nanoestructuras más complejas", asegura.