Un referente a nivel profesional, "con un estilo único y particular que lo hace irrepetible", que no dudó en alzar la voz para defender los derechos de autor de los ilustradores y que presumía "orgulloso" de sus orígenes gallegos. De este modo define a Forges el dibujante de LA OPINIÓN, Santy Gutiérrez, quien confiesa que siempre fue uno de los humoristas gráficos a los que más admiró y al que pudo conocer en persona en 2008 cuando como presidente de la Asociación Galega de Profesionais da Ilustración, Forges visitó la comunidad para dar una charla ante colegas de profesión.

"Tiene un estilo único no solo a nivel gráfico, con sus típicos bocadillos, sino por su modo de expresarse, de usar palabras simpáticas que inventó él como bocata y que tuvieron un gran calado social", señala Gutiérrez, quien tiene claro que Forges es "irrepetible". "Su estilo es muy particular, muy Forges y ya nadie podrá hacerlo porque sería repetir su estilo", sostiene. Además, Gutiérrez alaba su "vista aguda para retratar la sociedad". "Todos nos podemos sentir identificados con algunos de sus personajes", añade.

Santy Gutiérrez también destaca cómo Forges, desde el altavoz que le daba ser un icono del humor gráfico en España, no dudó en defender los derechos de autor de los profesionales del sector. "Hace unos años hubo polémica porque tras la jubilación, los creadores no seguían cobrando los derechos de autor y él fue uno de los que luchó para conseguirlo", indica este ilustrador gallego, quien también destaca cómo Forges no dudaba en colaborar con distintas entidades siempre que podía. Un ejemplo es el Concello de A Fonsagrada, con el que no dudó en colaborar para elaborar diferentes carteles de fiestas locales.

Santy Gutiérrez recuerda cómo en 2008 pudo conocer en persona al que siempre fue uno de sus referentes profesionales. "Vino a dar unas charlas sobre su trayectoria y anécdotas y era una persona muy cercana, amable, muy simpática y orgulloso de sus orígenes gallegos", sostiene.

El crítico de cómics de Faro de Vigo Octavio Beares -y codirector de la revista CuCo- señala que lo primero que destacaría de Forges es que ha sido "una figura transversal, intergeneracional". "Su humor fue punzante pero no hiriente, amable pero crítico, y siempre ha sabido tomar el pulso de la sociedad, en cada momento", destaca Beares. Sus obras "han sido referentes no solo de ese hacer tan personal, capaz de retorcer y reinventar expresiones y crear palabros y frases hechas, sino también educativos para toda una generación, en la que me incluyo", indicó Beares. "Otra cuestión importante en Forges es su estilo gráfico, inconfundible. Una lección de que lo importante es ser reconocible, característico y expresivo desde el más sencillo trazo", finaliza.

El humorista gráfico y autor de la tira O Bichero, Luis Davila, destaca que empezó a quedarse con "los narigudos" ya en revistas y con ese modo tan particular de hablar de los personajes de Forges. "Hasta ayer, era uno de los viñetistas que seguía a diario", explica Davila, que pudo conocer a Forges en Madrid. "Descubrí a una persona verdaderamente honesta y comprometida. Era un gran ser humano, muy culto y un gran conocedor de la historia del país; de hecho fue un gran cronista de la historia de España". Los personajes de Forges que más gustan a Davila son las dos viejas, con las que encuentra puntos en común con las mujeres de O Bichero. "Sus viñetas, pinchadas en centros y oficinas se convirtieron en auténticas proclamas filosóficas", destaca.

El dibujante Gogue coincide sobre la capacidad de Forges para retratar la sociedad: "Lo definiría como el mejor fotógrafo de los últimos 50 años de España, sin cámara pero con rotulador".