El último informe semanal sobre la gripe que difundía la Consellería de Sanidade el año pasado, fechado a 12 de marzo, informaba de 126 fallecimientos que al final se elevaron en una decena y alcanzaron los 136. Sin embargo, en esta temporada, esa cifra, que supuso un récord desde que hay registros en 2010-2011, ya se ha superado y casi un mes antes. Con las 30 muertes registradas en la semana que finalizó el 18 de este mes (la cifra más elevada desde octubre), los fallecidos con gripe ascienden ya a 160, casi un 18% más.

Otro tanto ocurre con las hospitalizaciones. El balance final que publicaba Sanidade el pasado mes de junio reconocía que se habían registrado 1.951 casos con gripe confirmada por el laboratorio, una cantidad pequeña al lado de los 2.800 que los hospitales llevan identificados este año, un 43,5% más.

No obstante, el mismo boletín, que define la actividad gripal, califica su intensidad de "baja" y su tendencia de "decreciente". En este contexto, ¿cómo se explican los datos? La respuesta la ofrece el subdirector xeral de Información sobre Saúde e Epidemioloxía de Sanidade, Xurxo Hervada, quien indica que la tasa de fallecimientos no se eleva, sino que el sistema va "conociendo mejor la realidad". Explica que en este momento las analíticas para identificar el virus de la gripe se utilizan "mucho más". Las pruebas, recalca, "son mucho más accesibles y hay una mayor petición por parte de los clínicos". Ahora, añade, a un paciente que ingresa se le hace la prueba, que además permite, por ejemplo, evitar recurrir a medicamentos que no tienen sentido.

El parámetro que él enfatiza es el de porcentaje de pacientes que precisaron atención en la unidad de cuidados intensivos, y ahí no hay aumento. Este año esa cifra está, dice, "un poco por debajo del 7%", cuando la temporada pasada se superaba ligeramente y hace tres llegaba al 14%. "Eso nos indica que los casos no son más graves, sino que se identifican más", apunta. Aun así, advierte de que en realidad los decesos provocados por la gripe son más. Porque no todos los casos se detectan y desde la Consellería de Sanidade estiman que la cifra de fallecimientos puede ser de "250-350" personas por año, según la temporada.

Y esta, aclara, no es especialmente "agresiva" y a estas alturas no cree que se asista a un nuevo pico de la enfermedad, pese a que los virus que circulan han cambiado: hasta ahora predominó el B mientras que últimamente empiezan a identificarse más del tipo A. Lo que sí puede pasar es que el descenso en la onda sea más lento y se prolongue más en el tiempo. En cuanto a la efectividad de la vacuna, indica que para el virus de la gripe B no es mala, alrededor de un 50%, y que para el AH3N2 estaría en la banda baja.

En relación a la vacunación, el informe del Sergas advierte, una semana más, de que el 90% de los pacientes que requirió ingreso tenía indicada la vacuna y la mitad no la había recibido y de que en el caso de los fallecidos, todos tenían indicada la vacuna, bien por edad o bien por tener factores de riesgo, pero 70 de los 160 no se la había puesto.

Hervada explica que este año subió la cobertura de la vacuna antigripal entre los mayores, al menos 2 puntos (hasta el 58%) y el personal sanitario. Para mejorar la cifra la intención de Sanidade es proseguir con las llamadas a los pensionistas para persuadirlos de que se inmunicen aunque, como novedad, apunta que se estudia "enfocar" los esfuerzos en aquellas áreas con más carencias, como puede ser Vigo, con el porcentaje más bajo. Pese a que el mensaje "algo va calando", explica que cada vez es más difícil subir un punto porque cada vez supone más mayores por el envejecimiento de la población.