Hacerse pasar por bloguera de moda, abrir un perfil en redes sociales y tras conseguir miles de falsos seguidores -previo pago a plataformas especializadas-, lograr en menos de un mes que varias marcas y firmas se interesen por ella y le ofrezcan desde promocionar sus artículos hasta acudir a presentaciones o desfiles por su supuesto tirón como influencer. Esto es lo que ha conseguido la actriz coruñesa Almudena Ripamonti y la agencia de marketing H2H que la contrató para poner en marcha el experimento Sirena cuyo objetivo era demostrar el fraude que existe en las redes sociales, donde muchas veces solo se mira el número de seguidores en lugar de la profesionalidad de blogger. Un objetivo que consiguieron con creces y que les llevó a finalizar con este proyecto antes de tiempo. "Creíamos que la primera oferta de una marca llegaría a los siete meses y nos llamaron ya a las tres semanas", comenta la actriz.

Ripamonti se tomó este proyecto como un trabajo más dentro de su carrera como intérprete. "Cuando me lo propusieron tuve que meditarlo porque no sabía si me beneficiaría o no el hacerme pasar por una influencer, pero ví que era como un personaje más, solo que en lugar de hacerlo en el cine, la tele o el teatro era en las redes sociales", señala esta joven coruñesa, quien explica que tuvo que sumergirse en el mundillo de los bloggers de moda para interpretar bien a su personaje. "Soy la antítesis de una bloguera porque no me preocupo en arreglarme mucho así que tuve que ver cosas en Youtube y en redes sociales para ver las expresiones que tenían, cómo se vestían o cómo movían las manos. Igual que cuando en Cuéntame tenía que hacer de drogadicta y fui a una asociación de ayuda a este colectivo", resalta.

Con toda esta información bajo el brazo, Ripamonti inició su teatro como falsa influencer. Con la ayuda de un fotógrafo profesional y experto en este tipo de imágenes, el coruñés Hugo Ramos, y de una estilista, Ripamonti comenzó a subir imágenes y stories con artículos que le prestaban para la ocasión algunas marcas y que hicieron de cebo para otras. Todo ello aderezado por miles de seguidores -en unas semanas logró tener más de 150.000 falsos fans que previamente había comprado H2H- hicieron su efecto en solo tres semanas. "Ahí es cuando nos llamó la primera marca y desde entonces trabajé para otras firmas, me invitaron a la semana de la moda, a presentaciones, tenía ropa gratis, me invitaban a comer en algunos restaurantes, tenía el transporte gratuito en algunas empresas...", recuerda Ripamonti, quien reconoce que el proyecto finalizó antes de tiempo. "Ya se habían cumplido los objetivos que eran destapar el fraude que hay en muchos perfiles, cómo es fácil engañar y comprar seguidores. H2H lo hizo con el fin de que las marcas reflexionen y opten más por la calidad", señala esta intérprete.

Ripamonti, que entre otros trabajos apareció en varios capítulos de Cuéntame como pasó de TVE y que ahora está pendiente de estrenar La Catedral del Mar en Antena 3, asegura que incluso a la hora de contratar a una actriz, los encargados del casting "miran quien tiene más seguidores en las redes sociales".