La revista internacional Nature Genetics publicó ayer un trabajo del personal investigador del Centro Singular de Investigación en Medicina Molecular y Enfermedades Crónicas (Cimus) de la Universidade de Santiago, que describe nuevos mecanismos de una proteína crucial en células madre y el desarrollo de leucemia.

Este trabajo demuestra por primera vez la influencia de la proteína TET2 en la regulación del ARN, encargado de transmitir las instrucciones genéticas a la maquinaria celular. La información genética encargada de preservar la identidad de la especie humana descansa en el interior de cada una de los millones de células que dan forma al organismo; un mapa de la vida custodiado por el ácido desoxirribonucleico (el ADN) y guardado dentro de una estructura altamente organizada, que se conoce como cromatina.

Ahora, este trabajo arroja nuevos datos sobre la actividad de TET2, ya que muestra por primera vez no sólo su capacidad para actuar en la cromatina y ejercer sus funciones sobre el ADN, sino también una sorprendente e inesperada influencia sobre las moléculas de ARN particularmente sobre aquellas relacionadas con el control de la expresión de los genes y elementos transponibles (fragmentos de ADN capaces de desplazarse por sí mismos a diferentes partes del genoma).