Los Óscars de 2019 fueron los Óscars de Guillermo del Toro y La forma del agua, y de las proclamas en favor de la igualdad y la diversidad, pero también fueron los menos vistos de la historia. Y es que la gala de entrega de los premios de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de Hollywood fue vista en Estados Unidos por casi 26,5 millones de telespectadores, lo que supone una caída del 19% respecto al 2017, que también fue presentada por Jimmy Kimmel.

La gala de este año, que volvió a ser retransmita en directo por la cadena ABC para el público estadounidense, perdió casi 6,5 millones de espectadores frente a los 32,9 millones de la edición de 2017. Además, es la primera vez que las audiencias de los Óscars bajan de los 30 millones de espectadores. Hasta este año la gala menos fue la que en 2008 presentó Jon Stewart con 31,8 millones de espectadores.

Las cifras no incluyen la audiencia a través de medios digitales y por móviles. Las transmisiones en vivo por televisión siguen siendo relativamente atractivas para los anunciantes, debido a que los espectadores no se pueden saltar los anuncios comerciales, lo que ha llevado a un aumento de los precios para la publicidad durante la ceremonia del Óscar a pesar de que los premios habían registrado en 2017 los niveles de audiencia más bajos en nueve años.

ABC agotó sus espacios publicitarios para la ceremonia del domingo y cobró un promedio de 2,6 millones de dólares por un anuncio de 30 segundos.