-La reforma de la Lei de Saúde ha sido muy contestada desde la oposición y desde la calle. ¿Por qué siguen adelante con ella?

-Porque es una buena ley para el paciente. Se acerca la atención sanitaria a los enfermos porque los hospitales comarcales ampliarán la cartera de servicios y los médicos especialistas, al ampliarse el radio de acción de las Áreas Sanitarias, podrán pasar consulta indistintamente en todos los hospitales del Área. Por ejemplo, un facultativo de A Coruña varias veces al mes podrá pasar consultar en el de Cee, y así será el médico el que se mueva, eso sí de forma voluntaria, y no los pacientes. Ya se hace en algunos casos.

-Pues la Plataforma pola Defensa da Sanidade Pública y la oposición denuncian que se van a desmantelar los hospitales comarcales ...

-Todo lo contrario. En los últimos 5 años han recibido una inversión de 20 millones, ¿los vamos a desmantelar ahora? Al revés. La ley blinda los hospitales comarcales porque reconoce 7 Áreas y 14 distritos y el distrito existe porque hay un hospital. Para desmontar un hospital comarcal habría que mudar la ley de nuevo.

-¿Por qué recortan a siete las Áreas Sanitarias?

-Con esta nueva organización se facilitará la incorporación de personal facultativo a los hospitales comarcales, donde tenemos un déficit. Los médicos prefieren trabajar en los hospitales grandes, donde tienen mayores opciones de desarrollo de su carrera profesional, pero al estar vinculados a áreas más grandes podrán colaborar y trabajar también en el hospital grande. Los hospitales comarcales serán más atractivos. Igual que los especialistas de los hospitales más grandes se moverán a los comarcales, también sucederá a la inversa.

-Pues a los médicos tampoco les convencía demasiado esta ley, presentaron alegaciones contra ella...

-Cualquier cambio siempre genera desconfiaza y recelo. La sanidad da mucho juego en el debate político. Nadie está en posesión de la verdad, pero esta ley solo regula una organización territorial de la asistencia sanitaria, que de facto ya se estaba dando, desde la creación de las EOXI (Estructuras Organizativas de Gestión Integrada).

-¿Es una oportunidad perdida la reforma de la ley para dar más importancia a la Atención Primaria? Los críticos con la nueva norma piden dirección y recursos propios para Atención Primaria.

-En las EOXI ya hay una dirección que gestiona Atención Primaria y las Urgencias. Y el Sergas prometió, aunque no va en la ley, que habrá una dirección propia para Atención Primaria dentro de las gerencias de cada Área Sanitaria. Eso sí, tiene que haber integración de la Atención Primaria y la Atención Hospitalaria. Tienen que coordinarse. Llevo 30 años como médico y la mejora de la Atención Primaria ha sido espectacular, pero hay que seguir avanzando. Atención Primaria puede ofrecer más servicios, pero siempre en coordinación con Atención Hospitalaria.

-¿Esta norma privatiza la investigación del Sergas como sostiene la oposición?

-No. La investigación puede ser pública, pero es muy difícil que su desarrollo y comercialización se pueda hacer en la esfera pública. Por eso, regulamos la colaboración pública-privada y si al final hay negocio, el Sergas se llevará su parte. La privatización es una denuncia recurrente de la oposición, pero lo cierto es que sólo el 2,2% de los servicios del Sergas se derivan a la concertada.

-También se ha cuestionado el recorte de los Consellos de Saúde, órganos de participación social.

-Creamos nuevos Consellos de Saúde, los de distrito. Y reducimos el número de miembros porque con la composición actual, de unos 90 integrantes en algún caso, eran inoperativos, y por eso no se constituyeron.

-Aprovechan la reforma para permitir que médicos extranjeros pueden presentarse a las oposiciones del Sergas. ¿Necesitamos facultativos de fuera?

-Es para situaciones de urgencia. Hay un déficit de médicos y otras comunidades ya lo han hecho. Es una transposición de un real decreto. Es increíble que la oposición votara en contra de esta enmienda introducida por el Partido Popular.