El arrepentido gallego Manuel Fernández Padín, testigo de cargo de la histórica operación Nécora, asegura que tomará medidas legales contra 'Fariña', que podrían llegar a la suspensión cautelar de la serie si mantiene en su guion las falsedades que, siempre según su testimonio, vierte el libro del periodista Nacho Carretero sobre su persona. "No conozco el guion, pero les advierto de que no salgan las escenas tal y como aparecen en el libro", explica, y añade que se propone defender su "honor y credibilidad como testigo protegido".

Fernández Padín dice que este martes pedirá un acto de conciliación en los juzgados de Plaza de Castilla, en Madrid, como primer paso legal. Su intención es que se corrijan lo que el considera datos falsos del libro y potencialmente de la serie. "Hablé hace tiempo con Nacho Carretero, pero de lo que le dije a lo que ha publicado en su libro media un abismo", subraya.

Señala que el libro Fariña, que leyó hace dos meses, afirma que Jorge Argote, abogado del Ministerio del Interior cuando era presidente Felipe González, fue a verlo a prisión y le ofreció un cheque en blanco para denunciar irregularidades del juez Baltasar Garzón en la instrucción de la operación Nécora, y que así apartarlo del caso de los GAL, que comprometía al propio Gobierno. Apunta Fernández Padín que eso es cronológicamente imposible, ya que la Nécora se instruyó en 1990 y los GAL en 1994, después de que Garzón abandonase su cargo en el gobierno del PSOE. "¿Que vino Garzón a verme a Carabanchel a prisión? No se rebaja a tanto ni procede", dice.

Fernández Padín señala también que el libro le implica en una descarga de 700 kilos de cocaína en Muxía con el clan de los Lulús, cosa que según él es falsa. En una entrevista con el periodista Jordi Évole para el programa 'Salvados' realizada hace cuatro años, Fernández Padín habló de una descarga de 700 kilos, pero puso por delante que desconocía lo que contenían los aproximadamente 30 bidones descargados. Por entonces Fernández Padín era muy amigo de uno de los hijos de Manuel Charlín, que pasó del contrabando de tabaco al narcotráfico. "Dejé de traficar con drogas porque no quise dinero manchado con sangre", declaró en la citada entrevista al periodista de LaSexta.

"La serie la estoy viendo, hablé con Ramón Campos de [la productora] Bambú y me dijo que iba a ver lo de la serie, pero no volvimos a hablar. Voy a pedir cautelarmente que no se emita", comenta Fernández Padín. "La serie iba a coincidir con 'Vivir sin permiso', de [el escritor] Manolo Rivas, que dicen que es ficción, que no se ajusta a la realidad. Pero esta serie sí pretende ajustarse a la realidad y se equivoca totalmente. No me volvieron a llamar, no quieren saber nada", añade.

"Leí el libro hace dos meses y me quedé asombrado, pero hasta ahora no tuve tiempo ni abogado", precisa. "Hablé con Nacho [Carretero] y asesoré a Bambú, pero de lo que hablé, a lo que ha salido, nada".

"Debo defender honor y credibilidad como testigo protegido. Siempre fui una persona seria, demostré aplomo y sensatez, me ajusté a realidad, no fantaseé como [el otro testigo protegido] Portabales".

Al igual que Portabales, Fernández Padín se ha quejado reiteradamente de que se le retiró la protección como testigo protegido, lo que ha puesto en peligro su integridad física. "Pueden atentar contra nosotros cuando quieran, los narcos tienen los brazos muy largos", aseguró en la entrevista con Jordi Évole. "Le he dado las gracias a los narcos por no haberme matado todavía".

Escribió unas memorias tituladas "Dejadnos vivir", en las que cuenta, entre otras cosas, la historia del equipo de fútbol del que murieron muchos amigos suyos. "Tengo más de 20 amigos jóvenes enterrados", ha explicado.

Manuel Fernández Padín agrega que el libro de Nacho Carretero contiene también "errores menores": "Dice que mi hermano Rafael tiene un hígado trasplantado, cuando lo tengo yo", puntualiza.