Personas con síndrome de Down y familiares reclaman a la sociedad igualdad de "derechos y obligaciones". "Reivindicamos que la sociedad no tenga miedo a lo que es diferente y que permita que las personas con síndrome de Down tengan un espacio y un lugar", afirmó ayer el presidente Down España, José Fabián Cámara. Con motivo de la celebración del Día Mundial del síndrome de Down, que se celebra hoy, pidió que se acepte la idea de que esta discapacidad intelectual es "una condición natural de vida de algunas personas", que se ven a sí mismas "de forma espontánea, franca y sin complejos", que sus vidas -pese a las limitaciones que conlleva una discapacidad intelectual- son "auténticas" y "no hay porqué minusvalorarlas o menospreciarlas".

Cristina, de 38 años, trabaja como ordenanza en el Departamento de Administración de Down España. Para ella, trabajar es "súper importante" porque es lo que le hace poder ser independiente. "La gente no ve lo que realmente somos y es que somos iguales al resto de la sociedad", afirma, para después añadir que la gente solo ve "lo malo y no lo bueno" que tienen. "Somos especiales, nos abrimos al mundo y nos mostramos tan y como somos. Somos auténticos", defiende e invita a la sociedad a no discriminar a estas personas y a mirar en el interior de cada una de ellas, que "no son todas iguales". Según explica Cristina, cuenta con una trayectoria en el mundo del espectáculo y es que ha tenido varias apariciones en televisión, como en Farmacia de Guardia, y en teatro. "Me encanta escribir, es una de mis grandes pasiones, junto al teatro", indica.

Raúl tiene 19 años y síndrome de Down, y se encuentra en búsqueda de empleo, algo que compagina con su auténtica pasión, la música y, en concreto, la guitarra eléctrica. "A mi de todo", responde tajante Raúl cuando le preguntan en qué le gustaría trabajar. "Somos personas y necesitamos trabajar como todos", sentenció. Su hermano Alfonso, menor que Raúl, está cursando el primer curso de Bachillerato y asegura llevarse "muy bien" con su hermano. "Jugamos mucho juntos", destaca, al tiempo que pone el acento en el carácter "fiel" de Raúl, "siempre con una sonrisa".

Ángela es otro ejemplo de cómo convivir con este síndrome. Madre de Marina -una pequeña de dos años con síndrome de Down- y cuya principal reivindicación es el derecho a vivir de las personas con síndrome de Down. "La primera inclusión es dejarles nacer", señala.

En A Coruña, la asociación Down Coruña celebra su 18º aniversario, casi dos décadas de lucha por la igualdad plena.