Droga caníbal, una denominación tremendamente atractiva que esconde a una sustancia con una capacidad arrolladora de estimular al cerebro humano. Sus efectos son mucho más potentes que los de las anfetaminas y la cocaína. Es así porque al introducirse en el organismo actúa como un inhibidor de la recaptación de la noradrenalina y la dopamina (ambas son neurotransmisores del sistema nervioso central y periférico). Que sea un inhibidor implica que bloquea la recaptación de estas sustancias, lo cual provoca un aumento de las mismas en sangre y, por lo tanto, lleva a la persona a un estado de gran excitación en el que pierde el control.

La metilendioxipirovalerona (MDPV) es la sustancia que se conoce como droga caníbaldroga caníba desde que en la década de los 2000 comenzó a sintetizarse como droga de uso recreativo. Su aspecto es similar al de las sales de baño y se puede fumar, inyectar o esnifar. "No son sustancias que se consuman diariamente, son más bien de ámbito nocturno y suelen estar ligadas a determinadas fiestas. Las personas se intoxican un día y paran hasta la semana siguiente o la siguiente fiesta, por lo que al organismo le da tiempo a recuperarse. No acuden al médico porque no tienen en cuenta el daño neurológico", destaca Jesús Cancelo, psicólogo clínico y director de la asociación Alborada, que trata los problemas derivados del consumo de drogas.

Según los datos que maneja Cancelo, los casos relacionados con drogas que llegan a las unidades asistenciales de la sanidad gallega indican que la incidencia de estas sustancias es mínima. "Suponen un 0,48% de la gente que solicita tratamiento en Galicia", asegura. "La oferta no podemos controlarla y estas drogas son más baratas que otras, además de que están en internet. Lo que queremos es que no haya demanda, que la gente no las pida, que no las necesite. Son sustancias tremendamente peligrosas", añade.

Paranoia, confusión, delirios, ansiedad, conductas violentas... Los efectos de la droga caníbal droga caníbalson muchos pero destacan los vinculados a un aumento de la agresividad del consumidor, lo que no se ha demostrado es su relación con el canibalismo. "Que alguien se muerda a sí mismo o a otros no tiene por qué ser por estas sustancias. Este comportamiento puede derivarse del consumo del alcohol. También hay gente que pierde el control de sus impulsos, con conductas violentas que no tienen que obedecer a una droga de síntesis, sino a trastornos psicopatológicos", señala Cancelo.

Quienes consumen estas sustancias sintéticas no se inician en las drogas a través de ellas, ya han consumido otras antes. Además, no se consideran a sí mismos como adictos. "Tienen muy poca conciencia de adicción. Son drogas que escapan de lo habitual. Piensan que son de un círculo privilegiado y piensan que es algo recreativo. Se convencen de que toman esa droga para estar despejados, ir de fiesta o practicar sexo como en el caso del chemsex (sexo químico)", describe. Son adictos porque en la definición de una adicción se incluye el uso, el abuso y la dependencia.

El fin de semana pasado un menor de 17 años ingresó en el Hospital Universitario Lucus Augusti después de morder y agredir a los que se encontraban a su alrededor en el centro de Lugo. Se le sometió a un coma inducido, del que salió ayer aunque permanece en la UCI.

Apelando "tanto a los datos policiales, como sanitarios", el subdelegado del Gobierno en Lugo, Ramón Carballo, aseguró que no hay constancia "fehaciente" de que el menor tomase esta droga caníbal.droga caníbal "Ahora la madre dice que no tomó esa sustancia, vamos a esperar. La Policía abrió una investigación y está interrogando a su entorno", añadió. "Cuando los médicos autoricen que se le puede tomar declaración, la Policía intentará sacarle información para determinar qué pudo consumir", señaló. "Pudo ser una, varias o una combinación de sustancias. No se debe de hablar de una concreta", concluyó el subdelegado del Gobierno.

Manuel López, catedrático de Toxicología de la Universidade de Santiago sostiene que estas sustancias están "mal denominadas caníbal". "Este episodio es un brote psicótico que normalmente le da a consumidores de drogas pero que puede darle a alguien que consume alcohol y se pone agresivo. No hay relación directa entre esta droga y una conducta agresiva,", asevera.

"Los laboratorios de drogas varían la composición para librar prohibiciones, pero son similares a las anfetaminas y se popularizaron cuando éstas se empezaron a controlar", destaca Rivadulla, que detalla que se estudiaron en los 70 pero se descubrió que no tenían aplicación farmacológica.

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