"Siempre me gustó peinar. En casa, por ejemplo, practicaba con mi abuela. Lo que más me gusta ahora son los masajes, pero también maquillar", cuenta Adrián Otero, que va a cumplir 23 años y está en el último curso de Estética (ciclo superior).

Antes cursó un ciclo medio de Estética y otro de Peluquería. Desde pequeño tuvo claro que era lo suyo y se ha formado para ello. Peluqueros sí, hay muchos, ¿pero esteticistas? "Menos, sí, pero cada vez más. Sobre todo desde que hay depilaciones masculinas es más fácil entrar en este campo", cuenta Otero, que sí nota ciertas diferencias o roles predeterminados que tienen que ver con la educación, con los convencionalismos.

Por ello muchos de los que, como él, son esteticistas, acaban especializándose en masajes. "Quizás por la fuerza corporal", comenta este joven gallego que cursa un ciclo tradicionalmente con más presencia de mujeres. ¿O será porque las mujeres siguen prefiriendo que las depile y las maquille una mujer?