Los conciertos sanitarios no son exclusivos del actual Ejecutivo gallego, sino que se llevan realizando en la comunidad "desde hace décadas" y además los parámetros que miden el nivel de privatización en Galicia están "bajando" y la inversión en conciertos también si se compara la presupuestada este año con 2008. De este modo se defendió ayer el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña, de las acusaciones de "privatización" de la sanidad durante su comparecencia en el pleno por partida doble, por iniciativa propia para explicar la implantación de las especialidades de enfermería y a petición de En Marea y BNG para hablar sobre los conciertos con la privada.

El detonante fue la publicación el pasado 16 de marzo en el Diario Oficial de Galicia de un expediente de contratación por 97 millones para contratar la prestación de servicios sanitarios a pacientes "protegidos" del Sergas en el área sanitaria de A Coruña, contrato que suscitó las críticas de la oposición. "De cara a la planificación sanitaria, por primera vez se privatizan los servicios sanitarios de A Coruña por 97 millones durante cuatro años", recriminó la diputada de En Marea Eva Solla mientras el socialista Julio Torrado denunció que "estamos convirtiendo las derivaciones en un elemento estructural" y la nacionalista Montse Prado opinó que el Gobierno gallego lo "vende todo a la sanidad privada".

El titular de Sanidade defendió que el objetivo de las críticas es "hacer ruido" y lo atribuyó al "desconocimiento" o a la "mala fe" de los grupos, a los que aseguró que los parámetros que miden el nivel de privatización en la comunidad están "bajando". Así lo permite constatar al menos el informe presentado ayer por la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública con datos de 2016 y 2017. El documento, titulado La privatización sanitaria de las CCAA, muestra cómo Galicia se sitúa en una posición intermedia en grado de privatización. A pesar de que la comunidad estaría por encima de la media estatal, se situaría en mitad de la tabla y además, en comparación con anteriores informes, Galicia baja dos puestos.

Almuíña señaló que los conciertos llevan "haciéndose desde hace décadas". Según los datos que aportó, la Xunta destina este año 205,5 millones a conciertos, un 1% más que en 2017 pero menos que los 216 de 2008 con el bipartito.