Define Wikipedia el efecto Streisand como "un fenómeno de internet en el que un intento de censura o encubrimiento de cierta información fracasa o es contraproducente, ya que esta acaba siendo ampliamente divulgada o reconocida de modo que recibe mayor visibilidad de la que habría tenido si no se la hubiese pretendido acallar".

El efecto Streisand debe su nombre a Barbra Streisand, que en 2003 denunció al fotógrafo Kenneth Adelman y a una página web de fotografías para que retirasen una foto aérea de su mansión de una publicidad que contenía imágenes de la costa de California, alegando su derecho a la privacidad. Obviamente, lo que consiguió la cantante, a su pesar, es que millones de personas que nunca hubiesen visitado dicha página web conociesen la ubicación y el aspecto de su casa gracias a la enorme polémica generada.

Algo muy parecido ha ocurrido con FariñaFariña, el libro de Nacho Carretero, y el exalcalde de O Grove Alfredo Bea Gondar. Su denuncia y el secuestro judicial del mismo han servido como una impagable campaña promocional para el libro y para la magnífica serie de la empresa gallega Bambú Producciones. Gracias a Bea Gondar, el Streisand gallego, miles de personas que desconocían la existencia de la obra editada por Libros del K.O. se afanan ahora en conseguirla de matute, descargándola clandestinamente, como si de tabaco de batea se tratara, y se han enganchado a la ficción.

Y hemos visto hace unos días en el Parlamento Gallego que el portavoz de En Marea, Luís Villares, utilizaba en su argumento político contra Núñez Feijóo una escena de la serie de Antena 3, que retrataba el encuentro del ahora centenario presidente de la Xunta, Gerardo Fernández Albor, a Charlín, Terito, Oubiña y compañía en Portugal allá por 1984. Una reunión que, según explicó Albor en el Parlamento Gallego aquel año, fue puramente casual y se limitó a uno o dos minutos.

Lo más curioso es que, antes de su secuestro judicial, el libro llevaba casi tres años en las librerías, haciendo bueno ese dicho de que "si no quieres que se sepa algo, escríbelo en un libro". Pero, ¡ay!, la cosa cambia cuando lo del libro sale en televisión, que, como decía aquel rap, es "la droga de la nación".