Primero fueron las Carmelitas Descalzas de Hondarribia (Guipúzcoa) y ahora las Clarisas de Villaviciosa, en Asturias. La repulsa hacia la sentencia del caso de La Manada, que no aprecia agresión sexual en la actuación de los cinco jóvenes sevillanos que forzaron, contra su voluntad, a una madrileña de 18 años en los sanfermines de 2016, ha llegado también a las comunidades monásticas. Las monjas de Villaviciosa han reaccionado con un poema que deja clara su indignación ante la actuación de los cinco jóvenes, y su solidaridad con la víctima. "¡Qué cerdos salvajes! ¡Sí que se lucieron!" dicen algunos de los versos. "¿Qué pasa en el mundo?, ¿Por qué el desacierto campea en la vida a los cuatro vientos?¿Por qué tantas cosas pasan hoy sin cuento? ¿Por qué historias negras a diestro y siniestro?", se preguntan.