Más de 300 investigadores de plantilla e interinos del Instituto de Salud Carlos III han firmado un manifiesto, titulado La Ciencia de muere, en el que denuncian las "gravísimas trabas y dificultades" a las que se enfrentan para realizar su trabajo. El texto, tal y como han informado, está dirigido no sólo a los responsables de la gestión de la ciencia sino, y "muy especialmente", a la opinión pública y a los grupos parlamentarios.

En el mismo, describen un "aplastamiento y destrucción" de la ciencia por "inanición", "asfixia" y "precariedad" debido al "desinterés" por parte de los gestores y decisores políticos. En concreto, los científicos avisan de que sus investigaciones mueren por "inacción" debido a los bajos recursos que el Gobierno destina a la investigación, dado que han disminuido un 40% desde el año 2009 y a que la reactivación económica no se ha traducido en una mejora significativa de los mismos.