La situación de desamparo en la que se encuentran los menores y también los hijos mayores de edad tras la terrible pérdida de sus madres a causa de la violencia de género fue relatada el pasado lunes en el Senado por uno de ellos, el hijo de María José Mateo -asesinada por su expareja en Redondela hace un año-, quien a sus 26 años se ha encontrado al cargo de su hermano de 10 años y con las responsabilidades que implica el sacar adelante a una familia rota por la tragedia hace poco más de un año.

"Me siento abandonado. Mi hermano de 10 años está abandonado", así de desgarrador fue el testimonio de Joshua Alonso. "El asesino de mi madre usó bombonas de gas butano y gasolina para matarla; para destrozar, quemar y volar por los aires nuestro hogar", describió el joven durante su testimonio en el Senado en el marco de la II Jornada Huérfan@s de la violencia de género que busca sensibilizar a las instituciones y conseguir mayores apoyos para los hijos de las víctimas de los crímenes machistas, que se sienten "invisibles" y "abandonados a su suerte".

La expareja de María José Mateo Sesé provocó una explosión de gas que acabó con ambas vidas. Emilio F.C., de 47 años, la esperaba en el pasillo de su casa con dos bombonas de butano con las gomas cortadas y un bidón agujereado de gasolina. Ese día se truncó la vida de toda una familia. "Con 25 años me tocó ocuparme de mi hermano pequeño, un trabajo de 24 horas y siete días a la semana", relató Joshua sobre la tutela del menor.

Durante su comparecencia, el joven lamentó que "nadie se ocupa de arreglar los problemas" de los huérfanos de violencia de géneroy calificó de "laberinto de puertas" todas las trabas legales y personales con las que se encontró tras la tragedia. "Nuestra familia ha sufrido el peor de los golpes", lamentó con dolor. A Joshua se le quebró la voz en varias ocasiones al recordar la tragedia que le arrebató a su madre, de 50 años, y al relatar las dificultades que afronta en su día a día ya que a su calvario personal se une el burocrático. "He tenido que llamar a un laberinto de puertas para trámites: el seguro de una casa a nombre de un asesino, que no se hace cargo porque fue suicidio; el impuesto de sucesiones; la declaración de herederos; la cancelación de deudas; la tutela de mi hermano...", explicó. Tras él, contó su caso Luci, una mujer que tuvo que cuidar a sus sobrinos tras el asesinato de su hermana hace 5 años.