¿Y qué es un medicamento biosimilar? Es un medicamento biológico que es muy similar a un medicamento de referencia ya autorizado. Son parecidos pero no son exactamente idénticos, por eso no son en sentido estricto fármacos genéricos.

Los medicamentos biosimilares nunca supondrán el ahorro que han permitido ya los medicamentos genéricos, pues el coste de su desarrollo es muy superior al de los medicamentos genéricos, ya que el proceso es mucho más complejo al tratarse de moléculas grandes. La Agencia Europea del Medicamento garantiza que los biosimilares tienen calidad, eficacia y seguridad comparables a las del original, al igual que lo hace la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios con los medicamentos genéricos en España.

Los medicamentos genéricos como los medicamentos biosimilares son una alternativa que permite reducir el gasto en medicamentos de la sanidad pública.

Según la consultora IMS Health, solo en España, se calcula que los biosimilares podrían suponer 1.500 millones de euros de ahorro entre 2014 y 2020 si se incorporaran las versiones libres de todos aquellos medicamentos biológicos cuya patente expire. Este ahorro se podría incrementar a partir de 2020 como consecuencia del ritmo de expiración de las patentes de nuevos productos biológicos.

Los primeros medicamentos biosimilares autorizados fueron en 2006 la hormona de crecimiento (somatropina), la eritopoyetina en 2017 y el filgrastina en 2008.