«La verdad es que no me lo explico ni yo», confiesa Davide cuando se le pregunta de dónde saca las fuerzas para seguir sonriendo tras haber perdido los brazos y las piernas.

Fue por una meningitis. El joven (italiano de 24 años que reside en Murcia desde hace casi tres) estuvo ingresado durante 87 días, desde mitad de enero hasta principios de abril. Pasó una semana en coma. «Es una enfermedad que te pilla de golpe, que no te advierte. Yo el día antes estaba entrenando, trabajando y haciendo mi vida», relata el chico a LA OPINIÓN. «Al principio, no me enteré de la gravedad de la situación», comenta el joven, que siempre tuvo claro que quería «enfrentarme», no hundirse.

En este sentido, indica que «cuando me enteré de que iban a amputarme, no sufrí el golpe». «Ya sabía que mis brazos y mis piernas iban a irse. Las sentía muertas, como algo que no me pertenecía», asegura Davide.

«No tuve tampoco depresión», rememora, a lo que añade que «siempre he sido un chico luchador, con ganas de hacer cosas. Me siento sin secuelas, aunque haya tenido secuelas».

Ahora mismo, con sesiones de rehabilitación y a la espera de que le pueden poner unas prótesis con las que mejorar su calidad de vida, el joven afirma estar «bien, encantado de que tanta gente me apoye y comparta sus problemas conmigo». Davide es consciente de «el prejuicio» que existe en la sociedad, donde «la imagen es la que manda» y salirse del canon «puede acarrear problemas a nivel personal».

«Mis familiares me dicen que se sorprenden a diario» de las ganas de vivir y el optimismo que irradia el italiano, que se define como «un enamorado de la vida». «Y esto que me está pasando me da ganas de vivir», sostiene.

Sus padres volaron de Italia a España cuando el chico fue ingresado. Ahora «están aquí conmigo, porque, de momento, les necesito para lo básico, como lavarme y comer», explica el joven.

En cuanto a las prótesis, Davide detalla que «la Seguridad Social te da unas ayudas si necesitas a una persona. A mí me han dado la gran invalidez. Hay prótesis básicas, pero es que el catálogo protésico español no se actualiza desde el año 2000».

De ahí que el joven haya decidido abrir una colecta por Internet. Con la ayuda de su novia, Cecilia, ha montado la web davidemorana.com, donde quien lo desee puede colaborar con el chico. Y es que las prótesis buenas son carísimas. «Una mano biónica solo, por ejemplo, roza los 50.000 euros», manifiesta el chico.

Davide confía «en que la gente pueda ayudarme de cualquier manera. Y está yendo bien. Con que la gente dé 50 céntimos al día, si se juntasen todos, podrían ayudarme a enfrentarme al gasto» de las prótesis para recuperar la autonomía.

Davide tendrá que empezar el tratamiento con prótesis de prueba, temporales, ya que el muñón necesita alrededor de un año para tomar su tamaño definitivo, explican en la web del chico.

En España la vacuna contra el meningococo C (serotipo que afectó a Davide) se aplica sistemáticamente desde el año 2000. Pero Davide es italiano, y parece ser que cuando era pequeño esta vacuna no estaba incluida en el calendario de vacunaciones de su país, detalla la citada página.