Un vecino de A Estrada quedó ayer en libertad con cargos tras ser acusado de retener ilegalmente a su novia. Este estradense de 19 años está acusada de retener presuntamente a su pareja, de 15, en su vehículo contra su voluntad durante más de dos horas, por lo que se enfrenta a un supuesto delito de detención ilegal de una menor, con una pena que podría rondar entre los seis y los nueve años de cárcel.

Los hechos que motivaron la detención del joven, natural de la parroquia estradense de Ouzande, tuvieron lugar el pasado lunes en torno a las seis de la tarde.

Fuentes consultadas por este periódico explicaron que el chico se puso en contacto telefónico con su pareja, también natural de Ouzande, con la que concertó una cita para esa misma tarde. A pesar de su insistencia, la menor, con la que mantenía una relación desde hace casi un año, se negó a citarse con él, alegando que estaba castigada por sus padres.

Momentos después, el joven se presentó en el domicilio para ver a su novia, a la que pidió que entrase en su vehículo. Una vez accedió a su petición, el acusado le habría impedido salir e inició la marcha. Tras ver como abandonaban la casa sin dar explicaciones, el padre de la joven cogió su coche y emprendió una persecución de casi 40 kilómetros. Finalmente, el perseguidor perdió la pista del vehículo del chico a la altura del polígono industrial de Lalín.

Los padres de la menor supuestamente retenida pusieron en alerta a la Guardia Civil, que comenzó la búsqueda del turismo por la zona. Poco después, según indicaron fuentes de la investigación, la propia joven pidió ayuda por teléfono informando de que estaba siendo retenida por su novio en un monte cercano al casco urbano de Lalín. La víctima tuvo tiempo, además, de dar una serie de indicaciones a la Guardia Civil sobre su paradero que facilitaron su localización. Cuando las fuerzas del orden se personaron en el lugar en donde se encontraba la pareja, el joven intentó huir, pero fue detenido por los agentes que se habían desplazado al lugar. Según pudo saber LA OPINIÓN, la chica se encontraba en perfecto estado a pesar de las horas de angustia que había pasado.

Tras pernoctar en los calabozos de la Guardia Civil de Lalín, este estradense pasó ayer a disposición judicial en la capital dezana acusado de un delito de detención ilegal de una menor. Según explicaron fuentes consultadas por este periódico, el joven podría enfrentarse a una pena de cuatro a seis años de prisión por este delito tipificado en el artículo 163.1 del Código Penal. Sin embargo, al tratarse del rapto de una menor, su delito podría acarrearle una pena de hasta nueve años. El chico, sin embargo, no será imputado por intentar escapar de las fuerzas del orden en el momento de su detención.

Tras analizar las acusaciones contra el joven, el juzgado de Lalín decretó su libertad con cargos y decidió trasladar la causa al de A Estrada, municipio del que son naturales el imputado y la víctima y en el que tuvieron lugar parte de los hechos. Según explicaron las mismas fuentes, el juicio contra el joven será posiblemente trasladado nuevamente a los juzgados de Pontevedra.

La noticia del rapto de la menor estradense causó ayer sorpresa entre los vecinos de la parroquia de Ouzande. Muchos de ellos ni siquiera conocían lo sucedido, lo que demuestra el secretismo con el que el incidente fue llevado por parte de los allegados a ambos implicados. Además, el hecho de que la detención del joven tuviese lugar en Lalín ayudó a las familias a mantener la discreción sobre el rapto. Las fuentes consultadas en la pasada jornada por esta redacción abogaron también por mantener en el anonimato a los implicados para mantener su privacidad.