Un hombre con una escopeta de cañones recortados atracó una sucursal de Caixa Galicia situada en el municipio lucense de Guntín, tras amordazar y atar a dos empleados a los que amenazó para poder hacerse con un botín de entre 115.000 y 120.000 euros, según informaron a Europa Press fuentes de la Guardia Civil.

El atracador, del cual los testigos no han reseñado ninguna característica singular más que "hablaba castellano", accedió a la sucursal ubicada en la carretera general de Guntín a primera hora: antes de que abriese al público poco antes de las 08.00 horas.

El hombre entró por una ventana situada en la parte de atrás de la sucursal, de la cual serró los barrotes de la verja que tenía. Por ese mismo sitio, según la versión del director de la sucursal, Jesús Carreira Ferreiro, fue por donde abandonó el lugar del atraco tras hacerse con el botín que había en la caja fuerte.

No obstante, los dos trabajadores que vivieron el atraco, ninguno de los cuales sufrió heridas, no pudieron ver si se escapó en algún medio de locomoción o a pie, ya que permanecían atados. El método de huida es, precisamente, una de las circunstancias que está investigando la Guardia Civil, que activó un dispositivo para intentar localizar al atracador, que actuó con la cara tapada.

Así, unidades de intervención de la Policía Judicial, con el apoyo de unidades de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil, se trasladaron al lugar de los hechos para recabar pruebas, tomar declaración a los dos testigos directos y ver si pueden obtener algún tipo de grabación de las cámaras de seguridad de la sucursal.

Por su parte, en declaraciones a Europa Press, el director de la sucursal, que también es alcalde de Guntín, señaló que el autor del atraco "tenía controlado el funcionamiento" de los dispositivos de seguridad y en concreto de la caja fuerte. Jesús Carreira, quien no estaba en la sucursal en el momento del atraco por encontrarse de vacaciones, señaló que sus compañeros le relataron que el robo "no se desarrolló tan rápido", sino que el atracador "estuvo unos minutos" y aguardó a la apertura de la caja fuerte.

"Me imagino que tenía controlado el funcionamiento", aseveró tras comentar que el ladrón, que estaba armado con una escopeta de cañones recortados, amenazó a dos trabajadores. No obstante, no hubo que lamentar daños personales, aunque "el susto fue grande".

Además, uno de los trabajadores que se encontraba en el lugar indicó a Europa Press que el atracador encañonó a su compañera con un arma recortada. Fue un familiar de uno de los trabajadores quien dio la voz de alerta al servicio de Emerxencias 112.

Jesús Carreira, que dirige la sucursal de la entidad financiera desde 1978, explicó también que en sus años de trayectoria "nunca" había sufrido un atraco y subrayó que Guntín es "un pueblo tranquilo". "Aunque de vez en cuando nos despertamos con estas noticias, en general es tranquilo", afirmó sobre este municipio lucense con más de 3.000 habitantes censados.