El repentino traslado entre fuertes medidas de seguridad del que es considerado como el recluso más vigilado de España, Zahkar Knyazevich Kalashov, a la prisión pontevedresa de A Lama, fue calificado por su abogado, el exmagistrado de la Audiencia Nacional, Javier Gómez de Liaño, como "inhumano y degradante".

Gómez de Liaño hacía referencia así a los constantes traslados de prisión a los que se ve sometido su cliente que, con una frecuencia de unos tres meses, es derivado de un centro penitenciario a otro como medida de seguridad, ya que está considerado por las autoridades como uno de los máximos representantes de las mafias rusas o vor v zakonen (ladrón de la ley) en ruso.

Los continuos traslados se justifican, según diversas fuentes penitenciarias, en el elevado riesgo de fuga que existe y la supuesta capacidad de Kalashov para intentar corromper a funcionarios públicos, no sólo con el objetivo de eludir la prisión, sino para facilitarle los medios con los que se pudiera poner en contacto con el exterior de forma no autorizada. Sin embargo, el letrado de Kalashov negaba ayer este extremo y aseguraba que no existe "ningún tipo de expediente" en el que figure que su cliente haya protagonizado algún intento de fuga, por lo que considera que estos traslados continuados "carecen de fundamento" y son "muy poco comprensibles". De hecho, indicó, tal y como ya señalaba este periódico ayer, que "es el único preso de España con el que están haciendo esto".

De hecho, Gómez de Liaño confirmó que ya interpuso una queja formal por este nuevo traslado ante Instituciones Penitencias, el Ministerio del Interior y el juez de Vigilancia Penitenciaria. Una medida que calificó de "sorpresiva" además de "sospechosa" y que no le fue comunicada, ya que asegura que se enteró de la llegada de Kalashov al penal gallego a través de los medios de comunicación.

Zahkar Kalashov fue condenado en España a siete años y medio por blanqueo y en estos momentos está a la espera de que se resuelva una petición de extradición a Georgia, en donde fue condenado a 18 años por los supuestos delitos de pertenencia a comunidad de ladrones y secuestro. Una petición de extradición que la Audiencia Nacional autorizó el pasado año con la condición de que se repitiese el juicio a Kalashov, que fue condenado en rebeldía. Mientras tanto, permanece en prisión en una celda de aislamiento que se registra a diario y es trasladado de centro penitenciario cada cierto tiempo.