La Policía Nacional que investiga la muerte de un niño de seis años en una vivienda de la parroquia ourensana de Vilar de Astrés considera "fortuito" el disparo del balín que le impactó en el pecho y le causó la muerte cuando jugaba con su hermano y otros niños durante la celebración de una primera comunión. Ocurrió a las siete y media de la tarde del domingo y fue precisamente el hermano de 13 años de la víctima el que realizó el disparo cuando todos jugaban con la escopeta que había en la casa.

Tanto fuentes policiales como del Juzgado de Guardia que instruye la causa consideran que se trata de un accidente con "muchísima mala suerte", ya que el balín se coló entre dos costillas y alcanzó el corazón del pequeño. Uno de los vecinos contó ayer que el niño "apenas se dio cuenta de lo que había pasado". Tras recibir el impacto, se acercó a sus padres comprimiéndose el pecho con las manos y sangrando. La familia avisó enseguida al 112 pero no esperó a que llegase la ambulancia, realizando el traslado del menor a Urgencias en su vehículo particular. El fallecimiento causó conmoción en el entorno familiar y en la parroquia donde se celebraba la fiesta. Ante el inesperado desenlace, el hermano mayor de la víctima que disparó accidentalmente la escopeta de aire comprimido sufrió un ataque de ansiedad que requirió asistencia sanitaria y su ingreso en el CHOU. La investigación continúa y ayer se le practicó la autopsia al pequeño fallecido.

A pesar de que la investigación defiende que fue accidental, el Juzgado de Guardia tomó declaración ayer al padre para aclarar los hechos, el caso será trasladado a Benestar Social, ya que el autor no alcanza los 14 años, que es la edad penal fijada en España.