Alegre, extrovertida, amiga de sus amigos y enamorada de la parroquia de Ventín y de sus fiestas en el municipio de Fornelos de Montes, donde residen sus padres, y de Pontevedra, los dos lugares en los que creció. Así definen a Rocío Piñeiro Oitavén sus amigos y lo demuestra ella misma en los mensajes de ánimo que envió el pasado 10 de septiembre a los organizadores de la Festa da Zorza de Ventín. Nieta del que fuera alcalde de la localidad Mario Piñeiro, en su pueblo todos la conocen como "A filla do Nené", no en vano su progenitor trabaja en la céntrica sucursal de Novacaixagalicia.

Rocío Piñeiro nació el 21 de mayo de 1975 en Pontevedra y allí estudió, al igual que su hermano Simón, pues residían con sus padres en un piso próximo al Hospital Provincial. Hasta los 14 años fue alumna de las Calasancias y después cursó BUP en el colegio Sagrado Corazón, estudiando la carrera de Derecho en la Universidade de Santiago.

Hace cinco años se casó con Federico Ventura Rábade, ingeniero de profesión como su padre, un conocido ingeniero agrónomo que trabajó en la Xunta de Galicia en Pontevedra. De su vinculación con Pontevedra es buen ejemplo la foto que incluye en su perfil en las redes sociales: una pancarta con la frase Sonia somos todos, en alusión a la desaparición de la pontevedresa Sonia Iglesias hace ya un año en la capital pontevedresa.

El marido de Rocío era miembro de la peña taurina El Capote, de la que su hermano Simón fue socio fundador ya que es yerno de José Vicente Martín, su presidente. El responsable de la Coordinadora de Peñas Taurinas de Pontevedra, Juan Riveiro, recordaba ayer que en la última corrida de toros de Barcelona habían estado hablando de Rocío, porque estaba a punto de dar a luz, y de lo contentos que estaban ella y su marido por el nacimiento de un bebé muy deseado.

El entusiasmo por este bebé es algo que destacan quienes la conocían. Al parecer, Rocío tenía problemas de fertilidad y había tenido algún aborto, de ahí la ilusión con la que el matrimonio esperaba la llegada de su primer hijo.

Hace apenas 15 días la joven gallega estuvo de visita en Fornelos de Montes y cuando regresó a Madrid lo hizo ya acompañada por su madre, presente en la iglesia donde el jueves ocurrió la desgracia.