Tras su absolución del asesinato en 2007 de la británica Meredith Kercher, la joven estadounidense Amanda Knox, agradeció en una carta las muestras de apoyo de los italianos antes de regresar ayer junto con su familia a Seattle: "He soportado lo insoportable. Ahora sólo quiero volver a casa, tomar las riendas de mi vida y reconquistar la felicidad".

"Los italianos me han dado la mano y me han ofrecido su apoyo a pesar de las barreras y las controversias. Estaré siempre agradecida a quienes me han defendido, a quienes me han mostrado su cercanía y a quienes han rezado por mí. Os quiero", escribió Knox en la misiva.

Tras pasar casi cuatro años en la cárcel, Knox y el que era su novio, el italiano Raffaele Sollecito, fueron absueltos el lunes en el juicio en apelación del asesinato de Meredith Kercher, estudiante del programa de intercambio universitario Erasmus, con quien la estadounidense compartía casa en Perugia.

La Corte de Perugia, tras 10 horas de deliberación, dispuso la absolución de ambos por "no haber cometido" los hechos que se les imputaban. La Fiscalía había solicitado el pasado 24 de septiembre la cadena perpetua para Knox y Sollecito, condenados en diciembre de 2009 en primera instancia a 26 y 25 años de prisión, respectivamente.