Niñas desnudas paseando por Santiago en albornoz, una toalla en la cabeza y una escoba teniendo que gritar cosas que las veteranas les decían, un novato al que le inyectan suero en el prepucio cubriéndolo con gasas o un joven de primer curso que recibe puñetazos en un brazo son algunas de las novatadas que se realizan a los nuevos universitarios con el dudoso fin de integrarlos en el entorno.

Estas propuestas son denunciadas por la Asociación Contra las Novatadas, creada el pasado fin de semana en A Coruña con ámbito estatal. La psicóloga Loreto González-Dopeso, cofundadora de esta entidad denuncia que "la novatada se mueve en el ámbito del acoso" y hay que erradicarla desde diferentes ámbitos de la sociedad. "La forma de diversión de nuestros jóvenes no puede ser causando daño a otros", dice.

Los efectos de este tipo de maltrato son, similares a los del bulling: "Los chicos se encuentran agotados, con sentimientos como tristeza, miedo; después lo procesan, se acostumbran a la situación y creen que es normal, les divierte pero les quedan cicatrices de venganza que digieren al año siguiente cuando llega otra remesa de novatos", concluye.