Prisión provisional sin fianza por un presunto delito de homicidio. La magistrada del Juzgado de Violencia contra Mujer de Vigo envió ayer a la cárcel de A Lama a Francisco Rafael Álvarez Martínez, el vecino de Coruxo de 41 años acusado de matar con un cuchillo a su mujer, Cristina González Sacau, de 39, con quien tenía en común dos hijos mellizos de 8 años y de la que se separó el pasado agosto.

El hombre, que se entregó en la comisaría el martes para confesar el crimen que acababa de perpetrar cinco horas antes, carecía de antecedentes penales y denuncias previas por malos tratos, según el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia. El imputado alegó que apuñaló a la víctima en el pecho durante un forcejeo cuando arrebataba a la mujer el cuchillo con el que, según su versión, ella le intimidó para que abandonase la casa donde ocurrió la tragedia. La familia del autor confeso le mostró su apoyo en los juzgados. "Estamos hablando de legítima defensa", aseveró una hermana.

Francisco Álvarez sostuvo en el juzgado, como ya hizo en comisaría, que hubo una única puñalada, y mantuvo que fue la fallecida quien cogió inicialmente el cuchillo. El hombre describió que intentó quitarle el objeto, de abajo arriba, concretando que llevaba guantes de trabajo en las manos pues estaba barnizando un mueble. El acusado, que presentaba arañazos en cara y brazos, relató que fue la víctima quien le arañó el rostro durante la trifulca, mientras que las heridas de los brazos se las produjo en el monte, cuando, tras el crimen, fue a ocultar los objetos que cogió de la vivienda para intentar, inicialmente, simular un robo.

La versión del homicida confeso deberá ser ratificada ahora por las conclusiones de la autopsia, que se constituye como una prueba clave para dar veracidad o no a la dinámica de hechos descrita por Francisco Álvarez.

En su detallado relato, el hombre negó un ataque de celos y un crimen pasional. Así, conocía la nueva relación sentimental de su mujer con un antiguo novio, un sevillano que horas después del crimen publicaba en Facebook que esta misma semana iban a hacer público su noviazgo.

Visiblemente afectados, los familiares de Francisco Álvarez permanecieron toda la mañana en los juzgados aguardando la resolución de la magistrada y con la esperanza de poder hablar con él, algo que ya habían intentando sin éxito en la comisaría viguesa donde el hombre permanecía detenido desde el pasado martes. Tampoco ayer se les permitió, y los allegados, entre ellos la madre y algunas hermanas, solo pudieron verlo a través de una puerta de cristal en los pasillos cuando el imputado abandonaba el juzgado de Violencia contra la Mujer.