Tres jóvenes de entre 23 y 29 años fallecieron en otros tantos accidentes, en la jornada de ayer, en las localidades ourensanas de Ribadavia y Coles y en la lucense de O Corgo. Estas muertes son las primeras que se registran en Galicia desde que el pasado viernes por la tarde comenzó el operativo de la DGT con motivo del puente de diciembre, que este año se alarga hasta el próximo domingo.

El primer siniestro mortal acaecido ayer ocurrió a las 06.30 horas, en el kilómetro 2,6 de la carretera provincial OU-504, que comunica la localidad ourensana de Ribadavia con la de Cea. El accidente se produjo al impactar el vehículo que conducía Alberto Abad Pérez, de 23 años y vecino de Leiro, con un coche estacionado. A continuación, el chico perdió el control, invadió el otro carril y chocó frontolateralmente contra una furgoneta, cuyo conductor, un vecino de Porriño de 55 años, resultó ileso.

Debido al fuerte impacto y aunque ambos conductores utilizaban cinturón de seguridad, fue necesaria la intervención del Grumir de Ribadavia para excarcelarlos. Cuando llegaron al lugar, y una vez que por parte del 061 se constató el fallecimiento del joven de Leiro, procedieron a liberar del conductor de la furgoneta, una actuación que se prolongó 25 minutos. Mientras la Guardia Civil de Tráfico investiga las causas, la principal hipótesis es el exceso de velocidad.

El otro accidente de circulación mortal en vías ourensanas se produjo seis horas después, a las 12.00 horas en el kilómetro 245,2 de la carretera N-525, en Coles. La víctima es Patricia Araujo Domínguez, de 29 años y vecina de Ourense, a raíz de la colisión frontolateral de su coche con la ambulancia que guiaba un hombre de 44 años, vecino de Corbera (Asturias), que resultó ileso, al perder el control e invadir el carril. El siniestro se produjo en un acceso a la capital ourensana, en una curva que según la Guardia Civil de Tráfico es "peligrosa", y en la que se produjeron varios accidentes.

Ya por la tarde, a las 19.00 horas, ocurría el tercer accidente mortal de la jornada. Aconteció en O Corgo (Lugo): un Audi A3 se salió de la vía, chocó con un árbol y se incendió. El vehículo quedó calcinado, pero los dos jóvenes que estaban dentro pudieron ser rescatados sin que se quemasen. Pese a ello, el conductor, V.M.S.A., vecino de Láncar, falleció, mientras que el copiloto, J.F.A., de 24 años, resultó grave.

Estos no fueron los únicos siniestros registrados ayer en Galicia. Aunque no hubo consecuencias trágicas, en Ordes (A Coruña), cuatro jóvenes resultaron heridos de diversa consideración al perder el conductor el control del vehículo, recorrer unos 120 metros y acabar impactando contra dos eucaliptos. El suceso ocurrió en una carretera cuya velocidad está limitada a 50 km/h y que es considerada peligrosa por su firme inestable. La colisión se produjo mientras llovía.