La Dirección General de Instituciones Penitenciarias acordó hace unos días trasladar a Laureano Oubiña a la cárcel de Navalcarnero (Madrid). El narco arousano estaba en el penal de La Moraleja (Burgos), pero se decidió el cambio porque mañana empieza en Madrid el primero de los dos juicios por presunto blanqueo de capitales a los que se enfrenta este mes de julio.

El traslado permitirá que Oubiña esté más cerca de la Audiencia Nacional, donde se celebrarán los juicios, ya que finalmente el Juzgado Central de Vigilancia Penitenciaria y la dirección general de prisiones no le han concedido la libertad condicional que sus abogados llevan meses solicitando.

Uno de los dos juicios supondrá también el traslado temporal de su hijastro, David Pérez Lago, procesado en la causa que empieza a juzgarse el próximo día 16. Este joven cumple condena en la actualidad en León por un alijo de cocaína, y en vísperas del comienzo de las sesiones le reubicarán en Madrid, aunque aún no se sabe en qué centro penitenciario estará.

Oubiña afronta así dos semanas clave para su futuro. El día 17 se licencia definitivamente de las tres condenas de hachís que le cayeron a principios de la década pasada, y recobrará la libertad. Pero antes se enfrentará a dos juicios por blanqueo. El primero empieza mañana, y el otro, justo en la víspera de su salida de prisión. Es más que probable que el capo no regrese a Galicia hasta, como poco, el día 21. La Fiscalía pide para él un total de 14 años de prisión por los dos casos.