Una barba postiza burdamente colocada, una gorra y una simple amenaza verbal fueron las únicas armas con las que un hombre de mediana edad consiguió llevarse ayer entre 20.000 y 25.000 euros de la sucursal de NCG Banco en el concello ourensano de A Mezquita. El disfraz resultó tan insuficiente, que alguno de los trabajadores podría haber identificado al atracador, pues desde primera hora la Guardia Civil buscaba ya a un vecino con antecedentes como posible autor. El atraco se produjo a las 08.45 horas. Hacía 15 minutos que la sucursal había abierto cuando un individuo entró nervioso al local y conminó a los trabajdaores, bajo amenazas verbales pero sin exhibir arma alguna, a que le dieran el dinero. En el coche le esperaba un cómplica al volante. La Guardia Civil busca aún al sospechoso.