La forense de la Policía Científica que emitió un informe que señalaba que los restos óseos encontrados en una hoguera de la finca de Las Quemadillas de Córdoba eran de animales, supuestamente roedores y pequeñas alimañas, y que fue destituida tras otros tres informes de expertos que concluían que eran humanos y de menores, ha solicitado al juez realizar uno nuevo. Así lo aseguró María del Reposo Carrero, la abogada de Ruth Ortiz, madre de Ruth y José, que desaparecieron hace más de 11 meses en Córdoba. Por este caso está en prisión provisional el padre de los niños, José Bretón, a quien el juez le ha imputado dos delitos de asesinato con alevosía, precisamente tras los últimos informes.

La letrada precisó que la forense ha pedido a la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (UDEV) que transmita al juez instructor del caso, José Luis Rodríguez Lainz, "su interés en volver a ver los restos y hacer un nuevo informe". Asimismo, señaló que el magistrado la autorizó a verlos de nuevo en el Instituto Nacional de Toxicología, si bien le ha informado de que no necesita un nuevo informe y le ha pedido que en su declaración el próximo 28 de septiembre "diga solo si se ratifica en el suyo o no".

La Dirección General de la Policía Nacional decidió relevar a la perito el pasado 5 de septiembre tras el auto judicial emitido por el Juzgado de Instrucción número 4 de Córdoba que confirmaba que entre los restos hallados en la finca de la familia de José Bretón había huesos humanos. El primer informe, firmado por la forense el 11 de noviembre, concluía que los restos hallados en la hoguera eran de animales, lo que descartó durante meses la idea de que los cuerpos de los menores podrían haber sido quemados en Las Quemadillas, tesis que ahora mantiene el juez instructor.

En el nuevo auto por el que se imputa al padre de los niños por la supuesta comisión de dos delitos de asesinato con alevosía, el juez argumenta que Bretón, "tras matar a sus dos hijos, lo más probablemente al llegar a la parcela", en Las Quemadillas, y sin que se pueda establecer la forma en la que lo hizo, "trató de hacer desaparecer sus cadáveres quemándolos en lo que diseñó como un auténtico horno o pira funeraria", sobre "un fondo de leña de olivo en forma más o menos rectangular", en la que supuestamente colocó "los cuerpos de los dos menores".

El auto apunta también que "los cuerpos estarían posiblemente cubiertos por una sábana o cortinas de las que no se encontraron en los registros; muy probablemente José vertería importantes cantidades de gasoil sobre los cuerpos o sobre la leña, con miras a conseguir que la hoguera alcanzara elevadísimas temperaturas durante un prolongado espacio de tiempo".