El empresario coruñés Juan Cortés, natural de Cambre y propietario de varios restaurantes en Caracas, fue secuestrado a principios de enero y lleva ya ocho meses en manos de sus captores, y eso que la familia pagó los 40.000 euros del rescate. El dinero no llegó a quienes le retienen, bien porque se lo quedó un intermediario o porque el intermediario murió a manos de la Policía, según informaron los medios locales. Su mujer, Luisa García de Cortés, explicó hace meses que habían pagado y no entendía por qué su marido seguía sin ser devuelto al hogar. La Policía cree que el propietario de Casa Cortés todavía sigue vivo. Su captura, en plena calle, fue observada por numerosos testigos que vieron cómo lo metían en una furgoneta y huían escoltados por varios motoristas.

El Consulado de España recibió el año pasado alrededor de una veintena de denuncias de secuestros de españoles en el país caribeño, aunque el número real de este tipo de delitos es mayor dado que una gran cantidad de casos nunca se llegan a denunciar y se resuelven mediante el pago del rescate tras una negociación directa con los captores. "Es la forma más rápida de solucionar casos así", explican desde Venezuela.

De acuerdo con datos de una ONG, en 2010 se denunciaron 686 secuestros en Venezuela y el año pasado se alcanzó un máximo histórico de 1.150.