Una mujer ha confesado haber matado a cinco de su hijos recién nacidos en Husum, al norte de Alemania, según publicaba ayer la página web del diario ABC. Se pone así fin a una investigación de seis años en la que cientos de mujeres se han sometido a pruebas de ADN.

La supuesta parricida, de 28 años y cuya identidad no ha sido revelada, empezó declarándose culpable, por primera vez, de la muerte de dos de sus hijos, cuyos cuerpos fueron encontrados en una planta de reciclaje de papel, en marzo de 2006, y en un parking, al año siguiente. Todos estos detalles han sido desvelados por Dirk Czarnetzki, uno de los investigadores del caso, en una rueda de prensa. Tras realizar numerosas pruebas de ADN a "cientos de mujeres en el norte de Alemania", recordó Czarnetzki, la mujer "admitió haber matado a los niños después de hacerle un test de saliva".

Tras la primera confesión, la joven continuó con su testimonio para reconocer que también mató a tres de sus bebés, nacidos después de 2007, tal y como detalló el Procurador General de Flensburg, Ulrike Stahlmann-Liebelt, durante la misma rueda de prensa, añadiendo que los cuerpos fueron encontrados en el sótano de la casa familiar.

La supuesta parricida, casada y con dos hijos de entre 8 y 10 años, pasó ya a disposición judicial acusada de cinco asesinatos.

De momento, nadie se explica las razones que pudieron empujar a la joven a realizar estos actos aunque la fiscal ha apuntado a que el marido no quería tener más hijos.