El atraco mortal de A Cañiza que frustró una pareja de la Guardia Civil y en el que murió tiroteado el agente Jorge Piñeiro y resultó herido su compañero, el cabo José Riveiro el 18 de agosto de 2010, se gestó días antes con la apertura del butrón de acceso a la sucursal bancaria en plena fiesta del Jamón -cuyo día grande es el 15 de agosto- para evitar que los ruidos al abrir el boquete alertaran a los vecinos. Un tribunal de magistrados y no un jurado popular como reclamaban algunas defensas, juzgará en la Audiencia de Pontevedra a la violenta banda viguesa liderada por José Ángel Martíns Mendoza, El Peke.

El Juzgado de Instrucción de Ponteareas tiene prácticamente cerrada la instrucción del sumario y celebrará el miércoles la declaración indagatoria de los tres imputados. A tal fin ha solicitado a las prisiones de Topas (Salamanca), Teixeiro (A Coruña) y Mansilla de las Mulas (León) que procedan al traslado de José Vilar Casal, Pepiño, autor confeso de los disparos; Fernando Condines, que realizó funciones de vigilancia y José Ángel Martíns Mendoza, Peke. Los tres responderán por la muerte del guardia civil y las heridas del otro agente como ordenó la Audiencia de Pontevedra tras el recurso presentado por la Asociación Unificada de Guardias Civiles, ya que inicialmente solo se imputaba el crimen a Pepiño. La juez les comunicará su procesamiento por un presunto delito de homicidio consumado y otro en grado de tentativa, en concurso con un delito de atentado a agente de la autoridad en relación con un robo con violencia e intimidación en grado de tentativa.

La magistrada considera que si bien el autor de los disparos es Vilar Casal, Martíns Mendoza sería "autor de conformidad" pues le ayudó a abrir el butrón en el local anexo a la entidad bancaria, mientras Condines vigilaba el exterior y facilitó el uso del vehículo en el que se movían y donde transportaban las herramientas para el robo y también las armas de fuego. Mantiene, además, a los tres en prisión provisional hasta el juicio tras prorrogar el pasado verano los dos años de prisión provisional.

La investigación sostiene que entre los días 14 y 17 de agosto de 2010, Martíns y Vilar Casal organizaron el atraco, tanto mediante conversaciones telefónicas como con visitas y vigilancias a la sucursal donde abrieron el butrón. La idea era esperar dentro del banco, y fuertemente armados, al director y a los empleados para hacerse con el dinero de la caja fuerte.

El domingo 15 de agosto el Peke y Vilar Casal se dirigieron en el coche de este a la sucursal bancaria sobre las 23.00 horas, seguidos por Fernando Condines en otro vehículo. Mientras los dos primeros abrían el butrón, Condines vigilaba desde fuera. A las 5 de la madrugada, al acabar la fiesta de A Cañiza, regresaron a Vigo. Como el Peke no se fiaba de Condines, los dos pasaron la noche del día siguiente juntos. El lunes por la noche, día 17, regresaron para concluir el butrón, pero la alarma de la sucursal saltó y la Guardia Civil acudió. Mientras se producía el forcejeo de Vidal Casal con el cabo de la patrulla y mientras sonaban varios disparos seguidos, Martíns Mendoza que estaba con él se escapó y fue detenido aquella tarde por la Policía Nacional oculto en el monte.