Un pasajero del ferry que cubre la línea Alicante-Orán (Argelia) murió ayer tras caer por la borda al intentar bajar al muelle después de que el barco permaneciera dos días sin poder zarpar por las adversas condiciones marítimas.

Los hechos sucedieron la noche del miércoles sobre las 22.30 horas en medio de un ambiente de tensión entre los viajeros de este ferry que, en señal de protesta contra la naviera porque no podían emprender el viaje, arrojaron objetos desde la cubierta al muelle. Hubo un despliegue policial en la zona para tratar de calmar los ánimos, pero no hubo ni detenciones ni se procedió a la identificación de ninguno de los pasajeros. El fallecido es un ciudadano de 36 años y origen argelino, pero de nacionalidad francesa, que se tiró desde la primera cubierta con la intención de llegar a tierra, aunque calculó mal el salto y sufrió un fuerte golpe en la cabeza al caer sobre el muelle.

El barco llegó el pasado martes a Alicante desde Orán (Argelia) y se embarcó a los pasajeros ese día por la noche con la idea de partir de nuevo hacia el puerto argelino. Debido al temporal y al fuerte viento, el ferry no pudo salir pero los viajeros no podían desembarcar porque ya habían pasado la aduana. Desde el punto de vista aduanero, los pasajeros se hallan en territorio argelino y bajo tutela del capitán tras pasar el control fronterizo, que les sitúa fuera del área Schengen.

El retraso acumulado y las quejas favorecieron que al mediodía de ayer se autorizara de forma extraordinaria la salida a pie del pasaje hasta las 17 horas, cuando debieron regresar ya que el parte meteorológico apuntaba que el viento amainaría y se podría partir a medianoche.

Estos mismos pasajeros llevaban esperando desde el fin de semana en Alicante la llegada del barco procedente de Orán, pero la embarcación no pudo zarpar desde Argelia por la fuerte borrasca.

Los pasajeros denuncian la imposibilidad de salir del buque y acceder a sus propios coches, estacionados en la bodega, para recoger enseres personales o medicinas.