Bandas itinerantes rumanas se han trasladado las últimas semanas a Galicia para desvalijar domicilios en A Coruña y Vigo. Operan día y noche en pequeños grupos y acceden a pisos y viviendas cuando sus moradores están ausentes. La treta para entrar en los inmuebles es sencilla, llaman al telefonillo y casi siempre hay alguien que les abre. Después, puerta a puerta, simulan que venden rifas o cualquier producto para comprobar los pisos en los que no hay nadie.

Una vez elegido su "objetivo" actúan con rapidez, fuerzan la puerta y buscan como botín dinero y joyas, además de televisores y aparatos electrónicos e informáticos. En apenas unos minutos desvalijan el domicilio y huyen.

Estas bandas también aprovechaban la noche para acceder por la fuerza a naves industriales y empresas, y durante el día se dedicaban a los domicilios. En A Coruña la situación se agrava, a tenor del número de denuncias presentadas. La Policía Nacional estrecha el cerco ya a varias de estas bandas, que están identificadas, si bien resulta muy difícil sorprenderlas por la rapidez con la que actúan. "Realizan varios robos y a los dos días cambian de ciudad. Las joyas las venden en tiendas de compraventa de oro de forma inmediata, mientras que el resto del botín lo envían por carretera a Rumanía antes de regresar a Madrid", indican los expertos.

Precisamente por este motivo, efectivos de la Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) se han sumado a la investigación desde Madrid.

En el sur de la provincia de Pontevedra, los grupos especializados se dedican solo a domicilios y oficinas en el casco urbano. "Empresas y naves industriales han sido víctimas de estas bandas durante mucho tiempo y casi todas tienen ya sistemas de seguridad, por eso prefieren los pisos y viviendas", explican expertos en la lucha contra este tipo de delincuencia.