El presidente de la Federación de Asociaciones de Adopción Internacional, Miguel Góngora, manifestó ayer la "preocupación" de esta entidad por la posible reacción del Gobierno chino con respecto a las adopciones de niños de ese país por familias españolas que aún se hallan en fase de tramitación tras el caso de la muerte violenta de Asunta Basterra en Santiago de Compostela.

Góngora señaló que el Centro Chino de Adopciones se puso en contacto con esta organización española pidiendo explicaciones acerca del suceso. "No sabemos cómo va a reaccionar el Gobierno chino", pero, dijo, envió ya un correo electrónico a su representante en el país "preguntando qué ha pasado y por qué".

Un caso similar sucedido recientemente en Estados Unidos con un niño ruso, dijo, provocó que las autoridades de ese país paralizaran los procesos de adopciones de familias estadounidenses. Y China, añadió, tiene un seguimiento de los niños adoptados "muy riguroso".

Un comunicado del Ministerio de Exteriores chino informó de que la Embajada china en España "ha prestado mucha atención al saber de este caso" -que ha llegado a las portadas de diarios de ese país- y que "se ha puesto en contacto con la policía y espera que esta pueda averiguar lo antes posible lo ocurrido y detener al asesino para garantizar verdaderamente la seguridad y el derecho legal de los niños adoptados".

Asunta Yong Fang Basterra Porto, de origen chino, fue adoptada cuando apenas tenía un año mediante un protocolo público realizado a través de la Administración, según explicó Miguel Góngora.