Los vecinos de Pol, en Lugo. han mostrado su inquietud por la presencia del violador del estilete en la localidad de San Martiño de Ferreiros, donde tienen su casa los padres de Félix Vidal Anido. El lucense indicó cuando salió de Villabona el viernes que se trasladaría a Lugo o a Barcelona, provincia a la que emigró con su familia cuando era un niño. Vidal, que cometió su primera violación con 14 años, sufrió abusos sexuales por parte de una persona allegada a su familia cuando tenía siete años, lo que parece haberle marcado desde entonces.

El ex preso pidió a su salida que se respetase su intimidad, más que por él, por el daño que podría causarse a sus familiares. Vidal reconoció ese mismo día haber cometido los delitos por los que fue condenado, un gesto que no siempre tienen este tipo de delincuentes sexuales, y aseguró estar arrepentido de lo que hizo. No obstante, señaló que, tras 32 años, cuatro meses y cinco días en prisión, consideraba que había cumplido con la ley y la sociedad y merecía alcanzar la libertad.

Como hombre libre que ha pagado sus cuentas, no puede someterlo a un seguimiento por parte de las fuerzas de seguridad, para impedir una posible recaída en actitudes delictivas anteriores. No obstante, la Fiscalía de Lugo ha pedido a la Guardia civil que tenga en cuenta la nueva situación. En cualquier caso, la presencia de Vidal Anido en el municipio de Pol ha suscitado fuertes reservas entre los vecinos, que temen que pueda recaer en los crímenes que cometió.

La presencia en Pola de Laviana del excarcelado violador de Parres, que salió de la cárcel de Villabona el pasado viernes, ha encendido las redes sociales. Faustino Gabarri fue reconocido por varias personas y se ha llegado a decir que durmió en "les escalerones" de esta localidad de la Cuenca del Narón. El preso, condenado por violar cuatro veces a una menor, había asegurado a su letrado que estaba rehabilitado y preparado para salir a la calle, tenía intención de establecerse con su familia en Mieres.