Agustín Ojea Gayoso ya no podrá impartir docencia a menores de edad. Era profesor de Religión en la zona de Valdeorras y ayer se conformó con una condena reconociéndose autor de abusos sexuales a ocho alumnos. Los sentaba en el regazo, los acariciaba por debajo de la ropa, les tocaba los genitales, les lamía las orejas. Su reconocimiento tiene una incongruencia. Pese a su conformidad, según su abogado, sigue considerándose "inocente". Pero la juez lo condenará por delitos sexuales. Un acuerdo con Fiscalía negociado hasta los prolegómenos del juicio señalado para ayer, evitará que el maestro ingrese en la cárcel. Será castigado con dos años de prisión y la condena se suspenderá durante cinco con la condición de que no vuelva a delinquir. No fue necesario celebrar vista oral.

El Ministerio público se mantuvo inflexible en su principal pretensión, la inegociable: que el acusado no vuelva a dar clases a niños. Ojea Gayoso, de 48 años, quedará inhabilitado para la docencia y actividades con menores durante un periodo de 32 años. Según su abogado, "tiene que vivir de la caridad de su familia y amigos" desde que la Xunta de Galicia lo suspendió cautelarmente. Además, tenía un menor en acogida y le fue retirado su cuidado. Está "muy dolido", transmite su defensa.

El acusado era catequista. A preguntas de este periódico, un portavoz de la Diócesis de Astorga, la institución eclesiástica de la que dependía, afirmó ayer que Ojea "ya no es catequista desde este curso". Emplazaron a más explicaciones en un comunicado oficial en el momento de que se dicte sentencia.

La Fiscalía de Ourense solicitaba inicialmente 19 años de prisión por los ocho delitos sexuales. Solo fijó prisión para uno de ellos. En los siete restantes accedió a establecer como castigo el pago de una multa. En total, el profesor deberá abonar unos 9.000 euros. No tendrá que hacer frente, sin embargo, a indemnizaciones para las víctimas. Pese a que la Fiscalía concluyó que los estudiante menores "se han visto, siquiera levemente, afectados en su normal desarrollo como consecuencia de estos hechos".

Ninguno de los progenitores de los niños se personó como acusación. Los progenitores acordaron ayer no reclamar responsabilidad civil alguna tras ser preguntados al respecto, uno a uno, por el fiscal. Todos optaron por pasar página, Tampoco la Xunta de Galicia ni los centros escolares estaban representados en la causa. Según la defensa, la acusación surgió de la "interpretación de los padres" y se debió "al contexto y al ambiente en el que un profesor mostró ternura". La condena también implica una orden de alejamiento de los escolares durante un tiempo de 4 años y una distancia mínima de 100 metros.

Ninguna de las ocho víctimas, todos varones de la comarca de Valdeorras, alcanza todavía la mayoría de edad. Los abusos sucedieron en los centros educativos Tomás Terrón Mendaña, de Sobradelo (Carballeda de Valdeorras) y en el Virxe do Camiño de Rubiá, en periodos distintos para cada niño comprendidos entre los cursos 2003-2004 y 2010-2011. Cuatro delitos en cada centro. Los niños convivieron en las aulas con el pederasta desde los 5 o 6 años e incluso hasta los 11 o 12, cuando abandonaban el colegio para cursar Secundaria. En el último centro los padres presentaron dos testimonios de alumnos coincidentes ante el Consejo Escolar y, de ahí, las denuncias se derivaron a Educación, que apartó al docente. Los hechos fueron desvelados en enero de 2013.