La madre del militar fallecido en Canarias mientras realizaba unas prácticas de rescate en helicóptero ha escrito una carta en la que solicita al Ministerio de Defensa "todos los medios tanto humanos como económicos" para encontrar el cuerpo de su hijo y los de sus tres compañeros. La carta acompaña a una petición de firmas alojada en el portal change.org. Al cierre de esta edición habían mostrado ya su apoyo a esta iniciativa más de 18.000 internautas. El objetivo estaba en las 25.000.

La madre del capitán Daniel Pena Valiño, Josefina Valiño, se queja de que no se está haciendo lo suficiente para encontrar a los fallecidos y apunta a que tanto él como otros tres compañeros -el quinto ocupante del helicóptero, Johnanader Ojeda fue rescatado con vida- pueden seguir "atrapados" en la aeronave, hundida a "dos mil metros". Valiño denuncia que, si es un avión el que sufre un accidente "se busca la caja negra y se rescata" y demanda el mismo trato para el helicóptero siniestrado en el que su hijo perdió la vida.

"¿Acaso la muerte de un militar va implícita en su sueldo?, se pregunta la madre del capitán desaparecido, que se niega a que se dé por muerto a su hijo sin antes haber hecho todo lo posible para recuperar su cuerpo. "Cuando pasen tres meses se les dará por fallecidos... Una medalla y supere usted la vida como pueda", ironiza la mujer.

Daniel Pena Valiño hacía prácticas con los tenientes Carmen Ortega Cortés y Sebastián Ruiz Galván y el mecánico y sargento Carlos Caramanzana Álvarez -además de con Johnanader Ojeda- el 19 de marzo, a las diez menos cinco de la noche. Ensayaban una maniobra de evacuación nocturna de izado de grúa desde el buque de la Armada Meteoro, cuando la aeronave impactó contra el mar y se hundió.

Pena Valiño tenía 36 años, estaba casado, no tenía hijos y llevaba en Canarias poco más de un año. Pertenecía al Servicio Aéreo de Rescate (SAR) y perdió la vida "entrenándose para salvar a otros", según explicó el día después del accidente, el ministro de Defensa, Pedro Morenés. Pena Valiño contaba con más de 1.700 horas de vuelo y era el tripulante mayor y más experimentado de la aeronave. Se había formado como piloto en Madrid y, antes de estar destinado en Canarias, lo estuvo en Afganistán.

El ministro aseguró que el helicóptero estaba, en el momento del accidente, "en perfectas condiciones para el vuelo" y que la tripulación estaba preparada para actuar en situaciones de emergencia y en caso de que se hundiese el helicóptero Súper Puma.