La Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer las causas por las que un recién nacido resultó con lesiones después de que su madre, una joven de 22 años, diese a luz en su vivienda en el municipio pontevedrés de O Rosal. La chica supuestamente habría arrojado a su bebé por una ventana de la casa en la que vive con sus padres, aunque las fuentes consultadas guardan mutismo sobre este extremo ya que todavía se indaga en las circunstancias de lo ocurrido.

Fue el progenitor de la joven el que, este sábado, dio la alerta al servicio de emergencias 061 para asistir tanto a su hija, a la que habría encontrado en el baño con una fuerte hemorragia debido al parto, como al bebé, al que hallaron en el exterior de la vivienda. La ambulancia llevó a madre e hijo al Hospital Xeral de Vigo: ella fue después ingresada en la Unidad de Psiquiatría del Hospital Nicolás Peña, mientras que el niño, que es prematuro y al que realizaron varias pruebas médicas como un TAC para averiguar el alcance de las lesiones, continúa ingresado y se encuentra ya fuera de peligro.

La joven dio a luz el sábado en su casa, ubicada en una zona conocida como Barrio Novo en Urgal, en O Rosal. La conmoción es absoluta entre el vecindario. Fue desde el hospital, una vez se prestó asistencia a la madre y al recién nacido, donde se activó la alerta debido a las lesiones que presentaba el bebé. Aunque en un primer momento se avisó a la Policía Nacional de Vigo, dado que los hechos ocurrieron en O Rosal fue la Guardia Civil, el grupo de la Policía Judicial, la que se hizo cargo de las indagaciones. El Juzgado de Instrucción número 8 de Vigo, en funciones de guardia, se ha hecho cargo del caso.

El mutismo es prácticamente absoluto mientras se investigan los hechos. El bebé, según algunas fuentes consultadas, podría haber sufrido las lesiones tras caer desde una altura de unos dos metros. Todo parece indicar que la joven dio a luz a solas y se indagaría si habría ocultado el embarazo a sus padres, aunque los vecinos ven improbable este extremo ya que la chica había experimentado un cambio físico "importante" en los últimos meses. "No lo sabíamos seguro porque no era algo claramente evidente, pero ya sospechábamos que podría estar embarazada porque había engordado", coincidían residentes del barrio.

A lo largo del sábado varios guardias civiles de paisano estuvieron en la vivienda, algunos tomando fotografías tanto en el interior y en la zona exterior, según constataron los vecinos. Los efectivos también interrogaron a algunos residentes para aclarar las circunstancias que rodean a este caso y esclarecer si la joven madre pudo haber incurrido en un posible delito de lesiones o de homicidio en grado de tentativa.