Los cruceiros se han convertido en objetivo para los ladrones en el sur de la provincia de Pontevedra. En apenas quince días han desaparecido las imágenes escultóricas de dos cruceiros en Tui, uno en la parroquia de Paramos y otro en la de Ribadelouro. Unas esculturas de piedra, de unos 70 centímetros de altura y muy pesadas, más de 40 kilos, por lo que su retirada ha tenido que ser obra de varias personas con ayuda de un vehículo para transportarlas.

Andrés Fuertes Palomera, director del Patrimonio del Obispado de Tui-Vigo, advierte de que este tipo de robos "se extenderá si los ladrones encuentran un mercado para vender esta piezas". En su opinión, este tipo de robos "no tienen sentido" pues su venta es "complicada" salvo que se trate de un "encargo". "Creo que son momentos de crisis y hay mucha gente que necesita dinero en efectivo. La venta de estas piezas es difícil, salvo a un particular, porque cualquiera puede reconocerlas en un mercadillo o anticuario. Están fotografiadas. Si les da resultado y hallan un mercado...", apunta el padre Fuertes.

El responsable del Patrimonio en la Diócesis de Vigo-Tui destaca que estos elementos tradicionales de la arquitectura popular gallega, junto con los petos de ánimas, se encuentran en numerosos y solitarios cruces de caminos, por lo que su vigilancia es muy difícil, tanto para las fuerzas de seguridad como para Patrimonio de la Xunta y de la propia Iglesia. Y es que, recuerda, "no todos son patrimonio de la Iglesia", pues muchos pertenecen a los Concellos.

El robo de figuras escultóricas en los cruceiros podría obedecer a las dificultades que los ladrones encuentran desde hace un par de años en acceder a los templos para hacerse con dinero en efectivo y joyas de oro y plata que podían fundir y vender con facilidad en los últimos dos años. La mayoría de las iglesias, explica Fuertes Palomera, han adoptado medidas de seguridad, bien colocando alarmas o reforzando puertas y ventanas. Tras el robo del Códice Calixtino en Santiago se acometió un plan de seguridad entre el Arzobispado de Santiago, la Fiscalía y las fuerzas de seguridad que, por falta de recursos, no ha llegado a materializarse. No obstante la Diócesis de Vigo-Tui tiene ya inventariado el 90% de las parroquias para actualizar el catálogo de Patrimonio de la Xunta que data de finales de los años 90. Las obras escultóricas de atrios y cementerios están ya catalogadas, explica Andrés Fuertes, pero el resto de cruceiros y petos de ánima es muy complicado, porque dependen de distintas administraciones.