El guardián superior de la orden franciscana de Herbón (A Coruña), Fray Honrubia, ha pedido que "casos aislados" no sirvan para "juzgar a una orden o institución" y así se ha pronunciado tras conocer la detención de un religioso como presunto autor de abusos sexuales y de un delito de prostitución.

Honrubia, nombrado portavoz de la orden para este asunto, ha dicho a Efe que todos esperan el "esclarecimiento de los hechos en la mayor brevedad", pero mientras tanto ha pedido respetar también "la presunción de inocencia", un derecho que "no entra en contradicción" con las claras declaraciones de condena a este tipo de actitudes por parte del papa Francisco.

En ese sentido, Fray Honrubia ha insistido en que si se demuestra le veracidad de estos hechos, la orden los condenará "sin ningún tapujo".

Asimismo, ha expresado la "total solidaridad" de la fraternidad con "las posibles víctimas" a las que les ha ofrecido "ayuda y colaboración".

El superior de la orden de Herbón ha insistido también en que este es el "primer caso" de estas características acontecido en la orden franciscana: "Nunca he visto un caso de este tipo".

Además, ha subrayado el "dolor y consternación" que ha supuesto esta noticia "en el seno de nuestras fraternidades".

El religioso detenido el lunes ha pasado hoy a disposición del juzgado de instrucción de Becerreá (Lugo).

El Obispado de Lugo ha señalado en un comunicado que la noticia que ha "recibido" se refiere a un "hermano franciscano de la comunidad de O Cebreiro", que fue denunciado "directamente ante la Guardia Civil".

Agrega que antes de su detención no se había recibido "ninguna clase de denuncia o aviso sobre las presuntas actuaciones que se le imputan" y acerca de las que se guarda una especial discreción, por las circunstancias de la víctima.

El Obispado explica que el detenido, que residía en la comunidad franciscana instalada en Pedrafita do Cebreiro, no es sacerdote y no tenía encomendado ningún oficio eclesiástico por la Diócesis de Lugo.

No obstante, ante la presunta gravedad de los hechos, se ha prohibido, de manera cautelar, su presencia en las parroquias, así como cualquier otro tipo de colaboración pastoral en el territorio diocesano.