El robo de cajeros mediante el uso de acetileno para hacerlos explosionar en un sistema muy utilizado en Portugal. En el sur de Pontevedra se registró una oleada de este tipo de asaltos entre los años 2012 y 2013, hasta que cayó la denominada "banda del gas" a la que se atribuyeron media docena de robos en entidades bancarias de Vigo y O Porriño. El último caso se registró en una sucursal de Matamá (Vigo) en febrero de 2014. Los ladrones inyectan acetileno en el cajero y mediante unos cables conectados a una pila lo hacen explosionar.