Un suicida solo piensa en sí mismo y, en general, no tiene una intención de ocasionar una destrucción como la causada por Andreas Lubitz, según indican psiquiatras y psicólogos. "Para el suicida solo existe él", según el catedrático emérito de Psiquiatría de la Universidad Complutense de Madrid Francisco Alonso Fernández, quien señala que la hipótesis de este caso es la de un enfermo depresivo centrado en pensamientos suicidas. "Mató a 149 personas sin pretender hacerlo", aventura Alonso.

Similar opinión tiene el presidente de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), Antonio Cano, quien afirma: "Generalmente el suicida no intenta acabar con 149 vidas más, muchas veces es una persona que no quiere hacer daño, ni siquiera a los que tiene a su alrededor".

Por su parte, el psiquiatra y profesor de Psicopatología en la Universidad Complutense de Madrid Javier de las Heras dice que muchas veces, cuando alguien está deprimido, "puede no pensar en las consecuencias para otros" de sus actos. "Esa persona puede no considerar el mal que puede provocar a los demás, incluso considerar que la muerte no es tan mala ni para él ni para nadie", apunta.

Eso sí, De las Heras quiso dejar claro que no todas las personas depresivas se suicidan y relató que en un momento dado el suicidio tiene "carácter impulsivo". Incluso, este copiloto pudo haberse levantado por la mañana sin saber "cómo iba a acabar el día", sostiene.