El Tribunal Supremo confirmó la condena de 23 años y tres meses de prisión a los gemelos que acabaron con la vida de una azafata cerca del aeropuerto de Barajas en septiembre de 2012. Los hechos se produjeron cuando los hermanos, a bordo de un vehículo sustraído, golpearon contra la parte trasera el coche de la víctima. El impacto provocó que la mujer se detuviese unos metros más adelante para comprobar los daños sufridos. Fue en ese momento cuando uno de los acusados la atacó y el otro aprovechó para atropellarla, provocándole una muerte inmediata.